La economía española inició el cuarto trimestre del año con “un notable vigor” pese a incertidumbres externas e internas, tras haber crecido 0.7 por ciento entre julio y septiembre, informó hoy el Banco de España.
En su Boletín Económico de noviembre, la entidad central precisó que el crecimiento se apoya estos meses “en la fortaleza del consumo privado”.
El dinamismo del consumo privado refleja la prolongación del período de creación sostenida de empleo y la persistencia de condiciones financieras favorables, añadió.
En el tercer trimestre del año, el crecimiento de 0.7 por ciento fue una décima menos que en el periodo precedente, y en términos interanuales fue de 3.2 por ciento frente al 3.4 por ciento de entre abril y junio.
La actividad en el tercer trimestre destacó por la demanda interna (esencialmente, en el gasto en consumo) y, en mucha menor medida, en la aportación positiva de la demanda externa.
En el caso del consumo interno, abundó que se trata del gasto de los hogares, según los indicadores de confianza de los consumidores y servicios.
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