México debe preparase para la revisión y negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), señaló el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega.
Dijo que ante la incertidumbre sobre el rumbo que tomará la política comercial en Estados Unidos con la llegada al poder de Donald Trump, es necesario que el sector productivo mexicano trabaje en unidad con el Gobierno mexicano, de forma eficientemente.
Señaló que es necesario concentrar los esfuerzos e instrumentos de política económica en torno a tres propósitos centrales: asegurar la estabilidad macroeconómica, y complementar el blindaje financiero –que hoy tiene el país– con un auténtico y sólido blindaje productivo.
También es indispensable garantizar las mejores condiciones de acceso para productos mexicanos de exportación y auténtica reciprocidad en todos los ámbitos de la relación comercial con la Unión Americana.
Asimismo, apuntó el dirigente, es indispensable diversificar los mercados de exportación de nuestro país, aprovechando las oportunidades de acceso provenientes de los acuerdos comerciales vigentes con 45 naciones, cuyos mercados ofrecen oportunidades para reducir la vulnerabilidad de México frente a lo que suceda en la economía de EU.
“Esa es –desde la perspectiva de los industriales de la Concamin– la agenda que debe articular el trabajo de todos. Por ello reiteramos nuestro apoyo y compromiso con las autoridades gubernamentales para cerrar filas y actuar a favor de los legítimos intereses nacionales”, expresó Herrera Vega.
Riesgos principales
A través de su publicación Pulso Industrial, la Concamin refirió que aún cuando Trump no ha publicado las medidas concretas de su Gobierno en materia comercial, la información disponible sugiere que en sus primeros 200 días de su gestión buscará renegociar o abandonar el TLCAN y frenar el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP).
Este último es negociado por 12 economías: Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile, que en conjunto agrupan a 800 millones de consumidores, que generan 40% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Apuntó que Trump también buscaría detener lo que se denominan «las importaciones injustas», donde se incluye el establecimiento de un arancel o impuesto de 35% a las exportaciones mexicanas y de 45% a los productos procedentes de China.
Por lo pronto, agregó el organismo, ya se presentó la primera reacción a este respecto, al anunciar el gobierno de Vietnam que no buscará la ratificación del TPP debido al eventual cambio en la orientación de la política comercial estadounidense.
“Si ese es efectivamente el camino que decide tomar en materia comercial, generará impactos nocivos sobre la economía mexicana, la propia economía estadounidense y el comercio internacional, cuyos costos superarán sin lugar a dudas los beneficios esperados”, alertó.
Cifras y puntos clave:
De acuerdo a las cifras oficiales y la relación comercial actual entre México y EU:
• El comercio exterior entre México y Estados Unidos superó 532 mil millones de dólares en 2015, y si el gobierno de Donald Trump cancela el TLCAN y/o establece un impuesto de 35% a las exportaciones mexicanas, dará un duro golpe al motor exportador de nuestro país.
• En particular se verían afectados los sectores automotriz, autopartes, electrónico, alimentario, plástico, confección, lo cual traería afectaciones graves a la inversión, el empleo, el crecimiento económico, la rentabilidad y operación de las empresas exportadoras y de las regiones donde estas operan.
• De acuerdo con la Concamin, Estados Unidos también generará cuatro efectos importantes sobre su propia economía: encarecerá los productos procedentes de México y China para sus consumidores y empresas, lo que significa inflación y mayores costos de producción.
• En segundo lugar, generará un efecto nocivo regional que afectaría, de forma directa, a las economías de Texas, Arizona, Nuevo México y California, que tienen a México como su principal mercado, así como a otros 26 estados para los que somos el segundo o tercer destino de sus exportaciones.
• El tercer efecto es el impacto contra el empleo, en especial contra buena parte de los cinco millones de trabajadores que dependen directa o indirectamente del intercambio comercial entre ambas econpmías.
• Cuarto, dislocaría cadenas productivas que hoy dependen del aprovisionamiento de materias primas, insumos, piezas y componentes procedentes de México y China.
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