El índice de delincuencia contra las empresas mexicanas subió de 33.6 a 35.5% en los últimos dos años, lo cual implica que de las 4.5 millones de compañías registradas en México, 1.6 millones fueron impactadas por delitos como asalto de mercancías, robo hormiga, fraude, corrupción y extorsión, entre otros.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que dichos datos son sólo una proporción mínima del panorama delictivo que enfrenta el sector productivo nacional, ya que la «cifra negra» o número de ilícitos no denunciados o no investigados por las autoridades ascendió a 90.3%.
Al dar a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización de las Empresas (ENVE) 2016, el INEGI señaló que los actos de la delincuencia, la inseguridad y la violencia que impera en diversas partes del país causaron una pérdida al sector de 138 mil 900 millones de pesos.
Dicha cifra, indicó, representa un aumento exponencial de casi 20 mil millones de pesos más, equivalente a un alza de 16.80%, respecto a lo reportado en la encuesta pasada, levantada en 2013, cuando las mermas sumaron 119 mil millones de pesos.
De acuerdo a tales cifras, el costo promedio por cada acción delictiva contra el gremio empresarial alcanzó 57 mil 779 pesos, lo cual representa un incremento de más de dos mil pesos frente a los 55 mil 738 pesos notificados con anterioridad.
Gasto para blindarse contra delincuentes
El Instituto Nacional de Estadística reportó que en el último año las empresas se vieron obligadas a gastar 73 mil 300 millones de pesos en «medidas preventivas», es decir en sistemas de seguridad que les permitieran proteger sus plantas, camiones, productos e insumos de la inseguridad y actividad criminal.
Tal cantidad, apuntó, representa 52.2% de las pérdidas totales del sector (138 mil 900 millones de pesos), lo cual refleja el nivel del temor e impacto que causa la delincuencia a las unidades productivas del país.
Al hacer un desglose por tipo de sistema empleado para o protegerse de los ilícitos, el organismo federal indicó que la ENVE 2016 reporta que:
• 29.7% del gasto total en «medidas preventivas», equivalente a 21 mil millones de pesos, correspondió al cambio o colocación de cerraduras y candados.
• 14.2%, equivalente a 10 mil 408.6 millones de pesos, se destinaron a la instalación de alarmas y/o videocámaras de vigilancia.
• 12.5%, equivalente a nueve mil 162.5 millones de pesos, se utilizó para cambiar puertas o ventanas.
• 11.3%, equivalente a ocho mil 282.9 millones de pesos, fueron empleados en la construcción de bardas y rejas.
• 6.5%, equivalente a cuatro mil 764.5 millones de pesos, se canalizaron a contratar servicios de vigilancia o seguridad privada.
• 5.8%, equivalente a cuatro mil 251.4 millones de pesos, se canalizaron a la compra de algún tipo de seguro.
• 3.3%, equivalente a dos mil 418.9 millones de pesos, correspondieron al gasto en sistemas de protección contra ataques cibernéticos.
Estados del país más afectados
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización de las Empresas 2016, los estados con más víctimas del delito por cada 10 mil compañías son:
• Baja California: cuatro mil 837 casos.
• Sonora: cuatro mil 636 casos.
• Michoacán: cuatro mil 495 casos.
• Aguascalientes: cuatro mil 240 casos.
• Guanajuato: cuatro mil 229 casos.
¿Y las menos afectadas?
• Durango: dos mil 210 casos.
• Yucatán: dos mil 389 casos.
• Nayarit: dos mil 398 casos.
• Oaxaca: dos mil 534 casos.
• Chiapas: dos mil 590 casos.
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