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Con gritos ensordecedores y delirantes de “Queremos a Justin, Queremos a Justin!”, alrededor de más de un millar de admiradoras del ídolo canadiense Justin Bieber exigían al cantante que se asomara al exterior del hotel de Polanco donde se hospeda.
Con la esperanza de verlo y que les saludara, las “Beliebers” se reunieron desde la noche del domingo en esa zona de la capital mexicana y a ellas se unió un nuevo contingente de fans que aumentó las seguidoras del intérprete de “Baby”, que tendrá hoy en el Foro Sol el primero de sus dos conciertos de su tour “Believe” en México.
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A las seguidoras provenientes de distintas partes de la República, no les importó trasladarse al Distrito Federal y acampar en el hotel W, a pesar de las inclemencias del tiempo, con la esperanza “de verlo de cerquitas”.
“Vengo desde (Ciudad) Juárez, compré el boleto desde el primer día que salieron a la venta; aprendí inglés hace dos meses con tal de poder leer su libro ?Justin Bieber. First step 2 forever: My story?, el cual habla sobre su gira ?My world tour?”, dijo a Notimex, Ximena Sifuentes de 16 años.
Aproximadamente, mil 300 believers entre 12 y 22 años, según datos oficiales de la policía, se dieron cita en el hotel con pancartas, gorras moradas, playeras y fotos del ídolo juvenil, entre otros souvenirs.
A las 14:00 horas, llegaron dos camionetas blindadas, una negra y otra blanca, lo que provocó el delirio y aumentó las ovaciones, pues las fans, “aseguran” que era el joven que regresaba de ensayar previo a su concierto; asimismo, algunas afirmaron que vieron su mano por la ventanilla.
“Me decepcioné porque habían dicho que abriría otra fecha, pero no. Es muy emocionante poder verlo, nunca creí que pudiera suceder, mi boleto me costó tres mil pesos en preventa, el gasto vale la pena es mi ídolo”, expresó, Fernanda Gallardo, de 14 años.
El alboroto llegó al extremo que obligó a las autoridades, al cierre de la circulación de la calle de Campos Elíseos, en Polanco, en ambos sentidos.
Algunas seguidoras se encuentran arriba de los árboles, otras de los toldos de los autos y algunas sentadas en las aceras de la avenida, por lo que el lugar está rodeado con decenas de policías; además hay un par de ambulancias por lo que pudiera acontecer.
Por su parte, los vendedores hacen su agosto vendiendo playeras, gorras, tazas y fotografías del ídolo que ha despertado de nueva cuenta la fiebre por Justin Bieber.
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