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El precio que debe pagar Thalía para continuar manteniendo una figura de infarto a sus 43 años pasa por seguir una dieta basada en las verduras que solo le permite comer arroz, pan o dulces dos veces a la semana.
“A los que me han estado preguntando cómo se logra seguir así, la respuesta no es nada nuevo. Ganas y disciplina. Comer sano es el 85% del éxito: mucha proteína y nada de pan, arroz o postres, solo dos días a la semana”, reveló la mexicana en su cuenta de Instagram, donde aseguró, al igual que casi todas sus compañeras de profesión, que beber “mucha agua” es su principal secreto de belleza.
Desde los inicios de su carrera, el físico de Thalía, y en especial su cintura de avispa, han dado pie a un sinfín de especulaciones sobre las drásticas medidas que tomaría para mantener su línea, como por ejemplo someterse a una operación de cirugía estética para extirparse dos costillas.
Lejos de enfadarse ante este tipo de leyendas urbanas, la intérprete nunca ha dudado en bromear sobre el tema, como demostró el pasado verano cuando compartió una imagen de un tarro que supuestamente contenía los huesos que se quitó para afinar su cintura.
Aunque la intención de la mexicana no era otra que responder de forma humorística a los comentarios de su base de seguidores en Filipinas, donde el rumor sobre sus costillas se acababa de confirmar como cierto en el programa ‘Aquino & Abunda Tonight’, la noticia llegó hasta los medios británicos, que no dudaron en tomarse la fotografía como auténtica, obligando a la mexicana a aclarar el malentendido a través de las redes sociales.
“No, no son mías”, confirmaba Thalía en inglés en su perfil de Instagram al lado de una imagen en la que aparecía el mencionado tarro de costillas, de origen animal.
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