La tarde de este martes, el cantante Lupill Rivera fue agredido y le escupieron a la cara por manifestarse a favor de migrantes que iban a ser trasladados a un centro de control en California.
Un grupo de manifestantes del colectivo Minuteman impidió la llegada de tres autobuses con cerca de 150 menores inmigrantes al centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en Murrieta, California.
Ante el bloqueo y una posible confrontación, las autoridades estadounidenses decidieron dar marcha atrás a los vehículos y los inmigrantes fueron llevados por precaución a otro centro de detención.
Por razones de seguridad, las autoridades federales declinaron decir donde dormirán la noche del martes los inmigrantes, pero confirmaron que los indocumentados serán procesados en el sur de California.
Ese primer grupo de inmigrantes llegó en vuelos comerciales hasta San Diego y luego fueron trasladados en varios autobuses hasta Murrieta. Se prevé que el próximo viernes llegue otro centenar de inmigrantes para ser procesados.
La llegada de casi 50 mil menores indocumentados centroamericanos en los últimos meses ha desbordado los centros de detención en la frontera de Estados Unidos con México, situación que la Administración del presidente Barack Obama ha calificado de “crisis humanitaria”.
En el primer incidente serio que se produce con motivo del realojamiento de los menores centroamericanos, los colectivos anti inmigrantes se plantaron en el camino de los vehículos y bloquearon la llegada con gritos y amenazas.
Raymond Herrera, integrante de la organización “We The People”, de California, aseguró que la oleada de inmigrantes indocumentados es culpa de la Administración Obama.
“Obama está haciendo esto más grande, enviando el mensaje de que usted puede venir a Estados Unidos, su proceso será de 10 o 15 años, usted no será deportado, tengan sus hijos estadounidenses. Esto es una invasión”, sostuvo Herrera.
Por su parte, organizaciones comunitarias llegaron también hasta las instalaciones en Murrieta para dar apoyo a los indocumentados.
“Estamos concentrados en orientar y proporcionar ayuda a los inmigrantes recién llegados, vamos a estar en las estaciones de Greyhound para que no sientan que están solos, no nos vamos a dejar llevar por las voces de unos cuantos, esta es una nación de inmigrantes y así seguirá siendo”, aseguró Benjamin Wood, del Centro de Jornaleros de Pomona (PEOC, en inglés)
“Déjelos entrar, ellos no están solos, son nuestros hermanos mexicanos, centroamericanos, todos somos América” dijo el cantante Lupillo Rivera, quien se hizo presente para apoyar a los inmigrantes.
La llegada de los indocumentados al sur de California formaba parte de los esfuerzos de las autoridades federales para descongestionar los centros de la Patrulla Fronteriza en Texas.
Según Lori Haley, portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), al terminar el procesamiento de los inmigrantes, las autoridades federales determinarán, caso por caso, si califican para ser liberados de acuerdo a las reglas de la Operación de Cumplimiento de Aduanas y Deportación (ERO), en un proceso que dura en torno a 15 días.
También se produjeron voces de protesta contra las autoridades de inmigración y los activistas hicieron un llamamiento para que los traslados de indocumentados se hagan de forma humanitaria.
“Estos cambios son costosos para las autoridades de inmigración y para los inmigrantes, están creando confusión y a veces están alejando a los indocumentados de los familiares que vienen buscándolos”, dijo a Efe Jorge Mario Cabrera, portavoz de CHIRLA.
La preocupación por los indocumentados que intentaban llegar a Murrieta, también tiene en vilo a la ciudad. El alcalde Alan Long convocó el lunes una reunión de emergencia para manejar la posible crisis que pueda traer a la ciudad la liberación de los indocumentados.
Según el Jefe de Policía de Murrieta, Sean Hadden, los grupos de inmigrantes podrían estar llegando cada 72 horas a Murrieta, y después serían liberados en grupos pequeños en las estaciones de autobuses en Perris, Riverside y San Bernardino.
El quebradero de cabeza también habría afectado a los mismos agentes federales.”Estamos frustrados, esto se puede convertir en un infierno”, dijo Ron Zermeño, representante de la unión de los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Zermeño advirtió que la estación de Murrieta no tiene el suficiente equipo para manejar tal cantidad de detenidos. En la estación no existen camas, ni duchas o salones para comer dignos para albergar a los inmigrantes.
Autoridades consulares de Guatemala, El Salvador y Honduras están atentas para colaborar en la identificación de los inmigrantes y asegurarse de que no se violen los derechos humanos.
Precisamente este martes el Viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Oscar Padilla, visitó la base militar de California en Port Hueneme, ubicada a 2 horas de Los Ángeles.
Las autoridades guatemaltecas pudieron confirmar que a los menores se les está brindando la atención necesaria, tienen espacios de recreación, alimentación 3 veces al día, servicios básicos de salud y han sido acomodados en espacios separados para dormir.
La Supervisora del Programa de menores no acompañados del Departamento de Salud de Estados Unidos, Ivonne Velázquez, confirmó que Port Hueneme está hospedando a 348 menores de edad, de los cuales 135 (107 hombres y 28 mujeres) son de origen guatemalteco.
El trabajo de procesar a los miles de inmigrantes no sólo se ha multiplicado para las autoridades de inmigración y las representaciones diplomáticas, los activistas han dicho que no pueden descuidar ninguno de los frentes de lucha.
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