En esta ocasión no fue la más elegante pero sí la que más brilló en cuestión de quilates en la alfombra roja de los Oscar. Charlize Theron adornó su vertiginoso escote con un collar valorado en 15 millones de dólares, cifra que corrió a la velocidad de la luz por las redes sociales.
Su vestido negro con tirantes transparentes parecía creado para dejar todo el protagonismo a un diamante en forma de lágrima, de Hary Winston, que aplacaba el interés por la vestimenta de Dior.
La novia de Sean Penn, acompañada por su madre, fue una de las pocas que eligió el color negro, junto a Julia Roberts o Anne Hathaway, que al igual que ella, mantiene su cabello muy corto y que, en cambio, dejó los brillos para su vestido.
Penélope Cruz se decantó por brazalete y pendientes de Chopard mientras queNaomi Wattts escogió una gargantilla con forma de malla de Bulgari.
Jessica Biel también optó por los diamantes pero en versión discreción. El color en materia de joyas lo puso Amy Adams con unos pendientes largos formados por pedrería de colores, con una pieza destacada en coral.
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