El 8 de abril es una fecha única para los admiradores de María Félix: ese día nació y murió una mujer llena de fuerza y atractivo; indómita, inteligente y con una mirada profunda que traspasaba la pantalla.
María Félix celebraría hoy su centenario, aunque lo cierto es que sobre el año de su nacimiento nunca dejaron de surgir leyendas que dejaron en entredicho la fecha.
Pasión por las joyas
Su gusto por lo exhuberante y la belleza era visible en su manera de vestir, en sus complementos, en su gusto por las joyas y en la decoración de su casa.
Cinco años después de su muerte se subastó parte de su legado en la galería Christie’s de Nueva York y, como cada cosa que tocaba, lo desorbitado también llegó hasta aquí: 7,3 millones de dólares fue la suma de las ventas.
Porcelanas, objetos personales, mobiliario de sus casas en Cuernavaca y en ciudad de México, y arte formaban parte de los lotes. Vestidos de Dior o Hermés y cuadros de Diego Rivera, Frida Kahlo y su última pareja Antoine Tzapoff, además de retratos suyos formaron parte de la exhibición.
Cartier fue su joyería de cabecera. Fueron muchas las ocasiones en las que la diva mexicana encargó opulentas joyas, muchas de ellas vinculadas a reptiles y felinos.
Un collar formado por dos cocodrilos engastados con diamantes y esmeraldas articulados lo que ofrecía una sugerente sensación de movimiento y que también podían lucirse como broches.
Un juego de pendientes en forma de serpientes en oro rosa y amarillo, rubíes y esmalte azul, son también un conjunto significativo. Así como un excepcional collar con forma de serpiente en platino, oro blanco y amarillo y aderezado con llamativos diamantes, esmeraldas y esmalte, de 178,21 quilates.
Piezas exclusivas como el bolso de noche realizado en oro, platino, diamantes, zafiros, esmeraldas y terciopelo negro que pidió que le confeccionaran.
La relación entre la firma francesa y la protagonista de “La Bella Otero” fue tan intensa que, tras su muerte, Cartier incluyo en su catalogo una colección inspirada en su figura, formada por joyas y relojes en oro y platino.
Joyas delicadas que dicen mucho de su personalidad, figuras de animales salvajes que se dulcifican bajo una exquisita estética y una primorosa artesanía.
“Solo he sido una mujer con corazón de hombre”, dijo en alguna ocasión.
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