La respuesta es demasiado simple: porque no descansamos correctamente. Nosotras necesitamos más horas de sueño para recuperarnos, es por ello que un mal descanso nos hace más irritables durante la mañana y por el resto del día.
Los investigadores encontraron que la mujer ‘sufre’ más que el hombre a la hora de despertar, y no sólo se trata de hacer un mayor esfuerzo físico sino que tenemos que interrumpir ciclos de sueño que nos provocan dolor emocional.
Un descanso inadecuado, aseguran los expertos, pueden provocar coágulos en la sangre, depresión, problemas psicológicos y riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Y es que además las mujeres realizamos más actividades durante el día, por lo que el sueño funge como un escaparate para el cerebro, por lo que si no descansamos adecuadamente sufriremos los efectos de no descansar adecuadamente.
Con información de Revista Veintitantos
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