Anonymous México cumplió su última amenaza revelando nombres, datos personales, cuentas de facebook y algunos números telefónicos de cuatro miembros de la banda de «Los Porkys«, señalados por violar a una joven de 16 años en Veracruz y quienes incluso aparecieron en video pidiendo disculpas a la víctima.
El pasado 23 de marzo, el grupo de hackers lanzó el ultimátum a las autoridades estatales para consignar a los delincuentes, también conocidos como «Los Juniors violadores», por supuestamente ser hijos de funcionarios o tener vínculos con personas acaudaladas en la entidad.
A través de un video publicado en Youtube, Anonymous aseguró que la disculpa por parte de los agresores no era suficiente y dio un plazo de 72 horas para consignarlos, de lo contrario difundiría datos personales de «Los Porkys» y sus familias para que el pueblo hiciera justicia por su propia mano.
Ante la falta de respuesta, este domingo cumplió la amenaza dando a conocer los nombres de Enrique Capitaine Marín, Jorge Cotaita Cabrales, Gerardo Rodríguez Acosta y Diego Cruz Alonso , acompañados de sus cuentas de facebook, teléfonos y datos de familiares.
En el blog de los supuestos hackers pusieron en descarga un documento en el que se desglosa incluso información sobre negocios familiares.
Según Anonymous, la banda conformada por hijos de funcionarios de la administración del entonces gobernador, Miguel Alemán Velazco, y de familias acaudalas xalapeñas, se dio a conocer en 2001 cuando asesinaron a golpes al joven Mario Humberto Paloqueme Ruiz en una fiesta de 15 años.
El padre pide castigo
Por medio de una carta, Javier Arturo Fernández Torres exigió a las autoridades justicia para su hija, “fue subida a un auto en contra de su voluntad, fue privada de su libertad, fue incomunicada, fue vejada, fue sometida, fue abusada sexualmente y fue violada”.
Dijo que si hija le contó a su hermana mayor lo que le había pasado y luego le informó al personal del bachillerato donde estudia.
Explicó que los jóvenes “subieron a su hija contra su voluntad en la parte de en medio del asiento de atrás del auto y era custodiada por Jorge Cotaita por un lado (atrás del conductor) y Diego Cruz por el otro (atrás del copiloto). Estos dos sujetos le jalaban la ropa y la manoseaban por debajo de la falda, tocándole sus pechos y sus partes íntimas. Ella les insistió que no lo hicieran, que no quería eso, pero ellos entre burlas y agresiones seguían haciéndolo mientras Enrique Capitaine manejaba a toda velocidad y Gerardo Rodríguez era copiloto. Todo ese tiempo, ella trataba de calmarlos y hacerlos entrar en razón pero no lo logró”.
«Esta carta la dirijo, a pesar de mi inmensa pena y dolor, a la opinión pública para enterar lo que han hecho las familias de los involucrados que, a pesar de saber lo que sucedió, a pesar de haber hablado conmigo, de haberse consternado por la tragedia, de haber reconocido los hechos, de haber filmado videos donde sus hijos se disculpan con mi hija por el gran daño que le hicieron, a pesar de todo esto, se han encargado de atacar, difamar y calumniar inmisericorde e inmoralmente a la víctima, con tal de evitar que sus hijos asuman su responsabilidad por el delito que cometieron», expresó Fernández Torres.
Esta vez sí cumplió
En junio de 2015, Anonymous también amenazó con dar a conocer la identidad de los empleados de +Kota que aparecieron en varias grabaciones maltratando a algunos perros y un hamster si no difundían un video donde suplicaran perdón, sin embargo, en esa ocasión la promesa no se cumplió y fue hasta varios días después cuando por la cobertura mediática, uno de ellos apareció en una grabación.
«Nos encargaremos de que tu vida se convierta en un mundo de lágrimas rojas, vengaremos el maltrato a estos seres vivos a cualquier precio”, amagaba el grupo de hackers a través de un video en el que también amenazaba con revelar la identidad de sus familiares.
“Su rostro lo conocerá el mundo entero, no tendrán oportunidad de escapar porque siempre estaremos vigilándolos (…) nadie tiene derecho a maltratar a un ser vivo, el mundo es libre, pero ustedes no lo serán más”, insistía.
Antes de dar el ultimátum también advirtió que en este “juego” no aceptarían el arrepentimiento comprado por las televisoras ni la censura de sus rostros.