La publicación del sacerdote Thomas Vander Woude, de la iglesia católica de la Santa Trinidad en Gainesville, Virginia, compartió en Facebook un mensaje alarmante: una pareja estaba dispuesta a abortar a su bebé con síndrome de Down al final del día si es que no encontraban una familia que lo acogiera.
Las llamadas no se hicieron esperar no solo dentro de Estados Unidos, sino desde Holanda, Puerto Rico y Canadá, contó la directora de Formación de la Fe en Adultos y Liturgia de la parroquia, Martha Drennan. “Es realmente hermoso. Tienes a este bebé no nacido con discapacidades y todas estas personas se ofrecieron a cuidarlo casi de inmediato. Es realmente un testimonio de la bondad de la gente”, contó Vander Woude, según informó CNN.
La iniciativa fue saludada por el presidente de la Sociedad Nacional para el Síndrome de Down de Estados Unidos, Jon Coleman. “Ver que hay tantas familias que valoran a un niño que tiene síndrome de Down como a cualquier otro niño y que lo quieren criar como propio es una llamada de atención para nuestra sociedad”, declaró.