La maestra Elba Esther Gordillo regresó al Hospital María José Roma en la colonia Roma después de cinco horas para que les que solicitó permiso humanitario para velar a su hija, la senadora Mónica Arriola, que murió la noche de este lunes.
Acompañada por un discreto dispositivo de seguridad y vestida de blanco, la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajdores de la Educación (SNTE) dejó la prisión por algunas horas y asistió al funeral de su hija, la senadora Mónica Arriola.
Fue petición de su propia hija, que a su funeral los invitados asistieran de blanco, como vestía la legisladora de Nueva Alianza en las últimas ocasiones en las que subió a la tribuna del Senado.
Adentro de la funeraria al poniente de la capital y a la hora de la misa de cuerpo presente, a la otrora todopoderosa líder del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) se sentó adelante, rodeada de su familia y frente al féretro de su hija.
Ahí escuchó las golondrinas con música de mariachi, desde ahí presenció la homilía en honor a la legisladora que le ganó una batalla al cáncer en 2009, pero perdió la guerra el lunes por la noche, cuando un tumor cerebral acabó con su vida.
La presión le ha jugado algunas bromas esta tarde a Elba Esther, por eso una ambulancia con el logo del Sistema Penitenciario llegó alrededor de las 13.00 horas para brindarle atención. (Información de La Silla Rota)
