Cara a cara con legisladores que insinuaron que el espionaje estadounidense ha ido demasiado lejos, el director de inteligencia nacional dijo el martes que la vigilancia que se hace a aliados extranjeros es necesaria y que dicho escrutinio de los amigos del país —y viceversa— es de lo más común.
Otro alto funcionario de los servicios de inteligencia dijo que la recolección de registros telefónicos que generó indignación al otro lado del Atlántico se realizó con la ayuda de gobiernos europeos.
Los reportes noticiosos de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) había revisado millones de registros telefónicos en Francia, España y otros países eran inexactos y reflejaban la poca comprensión que se tiene de los “metadatos”, los cuales fueron de hecho recabados por aliados de la OTAN y compartidos con Estados Unidos, dijo el director de la NSA en una comparecencia legislativa.
Los programas de espionaje de Estados Unidos posteriores al 11 de septiembre de 2001 están bajo intensas críticas dentro y fuera de las fronteras, acrecentadas por recientes revelaciones de que la NSA vigiló el teléfono móvil de la canciller alemana Angela Merkel y de decenas de líderes más. Esos reportes se basaron en documentos suministrados por el ex analista de la NSA Edward Snowden.
Líderes legislativos que han sido férreos defensores de los programas de la NSA dicen que es hora de una revisión minuciosa. La Casa Blanca dijo el martes que el presidente Barack Obama había ordenado una revisión completa de los programas y consideraba hacer cambios.
El director de Inteligencia Nacional James Clapper defendió el programa de espionaje que revisa registros telefónicos y los correos electrónicos de millones de estadounidenses, lo cual —dijo— es vital para protección contra el terrorismo.
También restó importancia a las quejas de los aliados europeos por el espionaje a sus líderes, al decir que ellos también lo hacen.
“Esa es una situación común”, dijo Clapper en una audiencia de la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes.
Dijo que durante sus 50 años trabajando en inteligencia era una “doctrina básica” recolectar, mediante el espionaje a las comunicaciones o por otras fuentes, información confidencial de líderes extranjeros que revele “si lo que dicen encaja con lo que pasa en la realidad”.
El presidente de la comisión Mike Rogers preguntó si los aliados habían conducido el mismo tipo de espionaje contra los líderes de Estados Unidos. “Definitivamente”, respondió Clapper.
Al preguntarle sobre la recolección de registros telefónicos, el director de la NSA, general Keith Alexander, testificó que Estados Unidos no recabó los registros europeos por sí solo, como se reportó la semana pasada en la prensa europea.
Alexander dijo que Estados Unidos recibió información de los socios de la OTAN, la cual fue recolectada parcialmente de otras regiones del mundo, como parte de un programa para proteger los intereses militares.
Refutó las aseveraciones de que el programa vigilara ciudadanos europeos, pero no dio detalles. Calificó los reportes noticiosos como “completamente falsos”.
En cuanto a las actividades en casa, los líderes de los servicios de espionaje defendieron la revisión de registros de llamadas telefónicas en Estados Unidos por considerarla necesaria para combatir el terrorismo. El gobierno de Obama se opone vehementemente a los esfuerzos para acotar los programas de espionaje interno que han enfadado a algunos estadounidenses.
Rogers exhortó a los legisladores a no desechar una importante herramienta de investigación.
“No podemos pedirle al FBI que encuentre a terroristas que planean un ataque y no darle la información que necesita”, dijo.
Un plan bipartidista presentado el martes cancelaría la revisión de los registros telefónicos por parte de la NSA, y solo permitiría al gobierno solicitar registros relacionados con investigaciones abiertas sobre terrorismo. Los detractores tanto nacionales como en el extranjero han criticado el actual programa por considerar que viola los derechos a la privacidad.
Cuando se le preguntó en torno a los reportes de fisgoneo a otros líderes mundiales amigos, Obama respondió en una entrevista telefónica que el gobierno estadounidense efectúa “una revisión total de la forma en que nuestra inteligencia opera fuera del país”. El mandatario no quiso proporcionar detalles específicos ni decir cuándo se enteró acerca de las operaciones de espionaje.
“Lo que hemos visto en los últimos años es que sus capacidades (de inteligencia) siguen desarrollándose y expandiéndose, y es por ello que ahora estoy iniciando una revisión” para asegurarse de que hagan lo que deben hacer, aunque sus capacidades puedan ser mucho mayores, declaró el lunes en Fusion, una nueva red televisiva.
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