Una enorme bola de grasa, de por lo menos 15 toneladas de peso y del tamaño de un autobús de dos pisos, se encontró en el drenaje de Londres.
La masa gigante obstruía casi en su totalidad una alcantarilla de 2.4 metros de diámetro y fueron necesarias tres semanas de trabajo para poder acabar con ella, según informó la empresa de tratamiento de residuos Thames Water.
La pestilente bola de cebo se ubicaba en la calle Kingston upon Thames y fue encontrada gracias a que los vecinos reportaron inconvenientes con sus sanitarios.
La masa grasosa fue creada por los mismos vecinos de la zona al arrojar desechos a los inodoros y fue capaz de reducir al 5% la capacidad de las tuberías de aguas residuales.
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