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El presidente Enrique Peña Nieto participó este martes en la ceremonia de inicio del ministerio petrino del nuevo obispo de Roma, Francisco, sin recibir la eucaristía.
El mandatario mexicano arribó acompañado por su esposa Angélica Rivera a las 8:50 horas a la explanada del patio central de la Plaza de San Pedro, en donde fueron acomodados en el lugar de honor para los jefes de Estado y Gobierno.
Con tiempo suficiente antes de que iniciará la misa, la pareja presidencial saludó a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; a los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia; y al presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy.
A unos metros y entre los invitados especiales a la ceremonia, estaban las hijos del presidente Peña Nieto, Fernanda Castro y Nicole Peña.
Además de los secretarios de Relaciones Exteriores y de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña y Luis Videgaray, respectivamente, así como la subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Mercedes del Carmen Guillén Vicente.
Después de concluir la ceremonia a las 11:26 horas, el Ejecutivo federal abandonó la plaza, en donde antes intercambió saludos con sus homólogos, principalmente de países latinoamericanos.
El presidente Peña Nieto sostiene en estos momentos una reunión privada con Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato, quien además le ofrecerá un almuerzo junto con la comitiva oficial que le acompaña.
ENTREGAN REGALO
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, intercambió un solideo blanco con el Papa Francisco, siguiendo una antigua tradición católica según la cual todo fiel que se acerque con esa indumentaria recibirá una similar de parte del Papa.
El mandatario pudo saludar al obispo de Roma junto al altar mayor de la Basílica de San Pedro acompañado por su esposa Angélica Rivera y dos de sus hijas, después de la misa de inicio de pontificado en la cual participaron unas 200 mil personas.
Personalidades de todo el mundo estrecharon este martes la mano a Jorge Mario Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano, como parte de las 132 delegaciones oficiales que asistieron a la toma de posesión.
Al momento del saludo a los jefes de Estado, el Papa recibió a la delegación mexicana con la cual intercambió frases durante varios minutos, todo en español. En un momento la consorte acercó el solideo y al verlo, Francisco se quitó el suyo, concretando el intercambio.
Según anunció el propio Peña Nieto, en este momento de cercanía lo invitó a visitar México lo antes posible, en una cortesía que fue considerada como una invitación oficial.