Los enfrentamientos entre jóvenes y policías capitalinos el sábado pasado después de la toma de protesta del presidente Peña Nieto pudieron ser provocados por grupos que buscan dar una imagen de inestabilidad.
De acuerdo con especialistas en movimientos juveniles y políticas públicas, por la forma en que se dieron los hechos vandálicos, parecen ser grupos infiltrados que se aprovechan de auténticos movimientos de disidencia.
Añadieron que en el discurso inicial del mandatario federal no hubo alusión alguna al sector de los jóvenes y fue ignorado en las 13 decisiones que anunció.
Alfredo Nateras, investigador de culturas e identidades juveniles de la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró que prácticamente todos los grupos de disidencia se deslindaron de los hechos y a diferencia de éstos, los del sábado actuaron de manera muy violenta.
“Llama mucho la atención la manera de actuar: tubos, bombas molotov y destrucción del mobiliario urbano, cosa que ningún otro movimiento anterior de protesta de los jóvenes, los más visibles, lo había hecho así.
Añadió también que serán los jóvenes el sector que interpelará a EPN durante su mandato y que, de inicio fue un sector ignorado por el Presidente.
“En ninguna de sus grandes decisiones apareció una propuesta, un programa, un plan nacional en relación a los jóvenes. Habría que ver hacia donde va.
Por otra parte el doctor Óscar de los Reyes, investigador en política del Tecnológico de Monterrey, afirmó que las protestas violentas no serán una constante, ya que la sociedad las rechaza y coincidió en que seguirán las manifestaciones de la disidencia.
“Lo que sí me parece muy importante y que será uno de los retos del nuevo Gobierno es establecer los cauces o conductos, o abrir los espacios para la expresión de la sociedad civil, y en ese sentido evitaría que se infiltraran intereses que lo único que buscan es promover la violencia”