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Amparo Ruiz Ortega, de 43 años de edad, trabaja desde hace nueve años para apoyar a su familia y durante ocho horas al día barre las calles de Nuevo Laredo, donde las temperaturas rebasan los 40 grados centígrados.
La mujer trabajadora del servicio público de limpieza recorre a diario más de 20 cuadras, barriendo las calles de la ciudad y empujando su carro naranja, por un ingreso semanal de 700 pesos.
En el marco del Día del Barrendero, que se conmemora este 8 de agosto, Ruiz Ortega indicó que su salario es insuficiente, “pero es un dinero extra” con el que junto a su esposo saca adelante los pagos de la casa y los estudios de sus hijos.
“Hasta ahora hemos salido adelante, mi esposo tiene un taller de hojalatería y con mi labor le ayudo, porque a veces no hay mucho trabajo, me siento bien, porque apoyo con los gastos de la casa”, indicó.
Explicó que “son muchas horas las que me paso en los rayos del sol, el calor está muy fuerte, por eso tengo que andar tapada para no quemarme, además me pongo un paraguas en la cabeza para que no me afecte la cara”.
Amparo, quien porta su chaleco naranja con reflejantes y guantes negros, debe trabajar a veces dos turnos como barrendera para obtener un poco más de dinero.
Aunque hay días en que no tiene ganas de salir a trabajar, esta mujer se da ánimos para continuar barriendo todos los días las calles de esta frontera con su escoba de mijo.
“Me da mucho orgullo tener mi trabajo, porque con sacrificios he salido adelante. Me siento muy orgullosa porque con esta labor ayudo a mi esposo y entre los dos sacamos adelante a nuestros dos hijos”, refirió.
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