La frase “ya sé que no aplauden”, enunciada por el presidente Enrique Peña Nieto al terminar su discurso sobre la estrategia de corrupción y que estuvo en la lista de temas destacados en Twitter, no es nueva.
En repetidas ocasiones y fuera de cámaras, el mandatario ha externado la frase ante reporteros de la fuente, en alusión a que no es habitual que un comunicador aplauda tras la declaración de un funcionario.
Sin embargo, hoy soltó su dicho cerca del micrófono y causó polémica porque en el discurso pidió al nuevo secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade que investigue si hubo conflicto de intereses en las adquisiciones de casas de parte de su esposa, Angélica Rivera; del secretario de Hacienda, Luis Videgaray y de él mismo.
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