Sucedió hace unos meses. Un comando de la banda conocida como La Familia secuestraba a un vendedor de droga cuando llegó un auto de la policía local. En ese momento, una mujer que acompañaba a los plagiarios desenfundó su pistola y apuntó a los agentes.
Los policías se desconcertaron y la chica aprovechó para huir con sus compañeros.
El incidente ocurrió en León, Guanajuato, en el centro del país, y según el ex portavoz de la Policía Municipal, Damián Godoy, no fue el único caso de una mujer involucrada en bandas de narcotraficantes en el estado.
“Luego se detuvo a otro grupo de La Familia, y con ellos andaba una mujer conocida como La Güera”, dijo.
Las mujeres no han sido ajenas al tráfico de drogas en el país, pero desde hace tres años las autoridades encontraron que asumen roles donde sólo participaban varones.
Ahora en México también hay sicarias.
“Se habla de un grupo conocido como Las Panteras, pero también hay otros ligados a actos de violencia y la ejecución de homicidios”, le dijo Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).
Territorio macho
Hasta hace unos años la participación de las mujeres en el narcotráfico se limitaba a conseguir contactos, transportar drogas o lavar dinero, explicó el especialista.
La creciente violencia y la descomposición familiar en sectores sociales de México facilitaron la inserción de mujeres en otras tareas. Una forma de sobrevivir al entorno, señaló Barrón.
La crisis económica del país es un elemento fundamental en esta nueva conducta.
“Las mujeres la sufren tanto como los hombres, y para sentirse integradas se incluyen en los ámbitos de violencia”, indicó.
Pese a lo espectacular que pudiera resultar, la existencia de sicarias mexicanas lleva implícita una pregunta: ¿por qué son aceptadas en el narcotráfico, un mundo tradicionalmente machista?
La respuesta es que, en ese entorno social, hay mujeres virtualmente iguales que los gatilleros varones: hablan el mismo lenguaje, tienen edades similares y pertenecen a los mismos barrios y comunidades.
El resultado de la mezcla social es predecible. “Pueden ser tan violentas como los hombres”, afirmó el investigador del INACIPE.
Mujeres destacadas
La Reina del Pacífico. La Pantera. La Canti. La Ma Baker… Sobrenombres de algunas mujeres que han tenido posiciones destacadas en el narcotráfico mexicano.
Las tres primeras fueron señaladas por las autoridades de lavar dinero para grupos de narcotraficantes.
Pero la Ma Baker creó el llamado Cartel de Neza, asentado en el oriente de la capital mexicana y que en su momento de esplendor vendía 10 mil dosis de cocaína a la semana, según la fiscalía.
Y no es la única líder de un grupo del narco. Enedina Arellano Félix asumió el control del Cartel de Tijuana después que su hermano Benjamín, líder del grupo, fue detenido.
Enedina dejó el puesto a un sobrino, pero según la fiscalía, mantiene su posición de consejera cercana del nuevo líder.