Este 8 de diciembre de 2015 se cumplen 129 años del natalicio de Diego Rivera, uno de los artistas mexicanos más reconocidos a nivel mundial por su importancia y legado en el muralismo de este país.
Sin embargo, como cualquier persona, Diego Rivera también tenía un lado oscuro que es actualmente motivo de críticas y reflexiones entorno a su personalidad.
De acuerdo con Asociación Regiomontana de Psicoanálisis A.C., la personalidad de Rivera era narcisista, por excelencia; nunca amó a nadie, salvo a la pintura.
En un artículo publicado en su web oficial, se pueden leer los sucesos por los cuales, según el texto, convirtieron al talentoso pintor en un peligro real para todas las mujeres a su alrededor:
- Al parecer con la investigación, Diego tuvo serios problemas con su madre, quién deseaba que éste se inclinara a la vocación religiosa; su padre, por el contrario, deseaba que su hijo fuera militar y se opuso fuertemente a fuera artista.
- En 1909 conoce a Angelina Petrovna Belova, mujer con la que tuvo una relación amorosa de 10 años y con la que vivió la muerte de su hijo en 1918. Al parecer la muerte del pequeño no alteró en mucho las emociones del pintor, pues nunca se lamentó de haberlo perdido.
- Después, en 1919, nació Marika Rivera (a quién nunca reconocería como hija suya), fue fruto de sus relaciones extramatrimoniales con Marievna Vorobieva-Stebelska. Literalmente abandona a Angelina Beloff y a Marievna.
- Angelina viaja a México para asistir a una función de Bellas Artes donde estuvo Diego Rivera, quien pasó junto a ella y no la reconoció. Así lo describe Elena Poniatowska en su libro “Querido Diego te abraza Quiela“.
- Existía en el artista una intención sádica muy primitiva que hacía sufrir a la mujer; todas las que fueron sus mujeres o amantes pasaron por esa etapa de sadismo. “Entre más amaba a una mujer” escribió Diego “más quería lastimar, Frida sólo fue la víctima más evidente de esa repugnante característica”.
- Frida Kahlo, último amor de Rivera a quien engañó con su propia hermana y con Tina Modotti, una hermosa fotógrafa italiana, escribió: “Diego está más allá de toda relación personal limitada y precisa. No tiene amigos sino aliados; es muy afectuoso pero nunca se entrega”.
El trabajo de esta asociación de psicoanálisis concluye que Rivera era extraordinariamente emotivo, se enamoraba con supuesta pasión eminentemente sexual y una vez que obtenía lo deseado, pasaba a otra mujer conservando a la primera en calidad de compañera. En la galería de fotos verán más datos de la vida, obra y secretos de Diego Rivera.
