Hace unos días los neoyorquinos se revelaron contra Rusia tirando vodka en las alcantarillas durante una protesta por la recién promulgada ley antigay en dicha nación.
“No debemos permanecer en silencio cuando un país está siendo opresivo con nuestros amigos”, dijo Duncan Osborne, miembro de Queer Nation, que ayudó a organizar la manifestación. Por otra parte, 100 inconformes protestaron frente al consulado, pidiendo al Gobierno ruso derogar dicha ley que prohíbe la propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales.
La ley ha dado lugar a un aumento en los crímenes de odio, dijeron activistas, y afectarían a los turistas, periodistas y a todos aquellos que comparten públicamente un mensaje progay.
La manifestaciones que se dieron en Nueva York son sólo un ejemplo del boicot en respuesta a esta medida radical.
“Es realmente difícil de creer que somos libres cuando se limita a un lugar o un país”, dijo Nina Long, vocera de la comunidad lésbico gay estadounidense y ciudadana de Bielorrusia, al oeste de Rusia. “No puedes ser libre a menos que seas libre en cualquier lugar. Por eso estamos aquí, somos gays y estamos bebiendo solo cerveza”, agregó. Asimismo, este grupo pidió a la ciudad boicotear todos los productos de Rusia, incluyendo el vodka.
Dos bartenders de un bar de deportes gay en Chelsea, también se unieron al reclamo esta semana arrojando seis botellas de vodka en la calle.
El bar ya dejó de vender todo el alcohol de Rusia, incluyendo el famoso vodka Stolichnaya. “Estamos aquí, entendemos que hay maneras en que podemos hacer una diferencia”, dijo Robert Fluet, copropietario del lugar. Bill Dobbs, otro activista, agregó que las protestas continuarán creciendo.
“Hay mucho de que hablar y otras maneras de presionar a Rusia”, dijo Dobbs.
Por último, Long, quien ha vivido en EU desde los años setenta, tiene la esperanza de que las protestas hagan la diferencia.
“Soy optimista porque he vivido los cambios que se están dando en Estados Unidos y espero que se den en otras naciones”, concluyó.
De qué se trata
La homosexualidad fue despenalizada en Rusia en 1993, pero el prejuicio antigay es muy fuerte y gran parte de la comunidad homosexual sigue estando escondida.
• Posición. La Iglesia Ortodoxa rusa, cuya influencia ha crecido desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, se ha manifestado en contra de la homosexualidad, y las manifestaciones por los derechos gays han terminado muchas veces en arrestos y enfrentamientos con militantes y activistas.
• La iniciativa. Prohíbe la realización de actos públicos en los que se promuevan los derechos de quienes tengan preferencias sexuales por las personas de su mismo sexo.
¿Volverá la Guerra Fría?
La Guerra Fría fue la época que definió las tensas relaciones durante más de cuatro décadas (1947-1991) entre Estados Unidos, sus aliados y la Unión Soviética y los suyos.
Se le llamó así porque EU y la Unión Soviética nunca se enfrentaron directamente desde el punto de vista militar, a pesar de que las dos naciones eran las únicas superpotencias nucleares de la época, capaces de provocar la aniquilación de la humanidad.
Y ante el panorama actual de las relaciones entre ambos países, el presidente Obama se ha declarado decepcionado con Rusia y su “mentalidad de la Guerra Fría” en el caso de Edward Snowden, negando que su Gobierno tenga un programa de espionaje doméstico. “Hay momentos en los que los rusos vuelven a caer en la mentalidad de la Guerra Fría. Lo que les decimos a ellos y al presidente Putin es que eso es el pasado”, señaló el mandatario.
Las agresiones a gays en Rusia
Defensores de los derechos humanos pidieron poner atención a la situación que viven las personas con una orientación diferente a la heterosexual en Rusia.
• La razón. El surgimiento de grupos neonazis con la consigna de agredir a jóvenes homosexuales, y a la reciente ley aprobada por el Congreso que impide hacer “propaganda gay” a ciudadanos y extranjeros por igual.
• Preocupación. La organización Spectrum Human Rights Alliance, que aboga por los derechos de la comunidad LGBT en el Este de Europa, denunció una campaña en redes sociales impulsada por Maxim Martsinkevich, un ultranacionalista y “cabeza rapada”, quien llama a sus seguidores a atraer adolescentes gays a través de anuncios personales, para agredirlos y torturarlos en videos que después son publicados en Internet.
• Sin justificación. Los agresores realizan sus actividades a plena luz del día y en lugares públicos, según se puede apreciar en los videos, sin que las autoridades hagan algo para detenerlos.