La detención de un hijo del ex gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, tras aparecer en un video con el líder de un cártel de drogas ha ahondado aún más la imagen de corrupción que persigue a ese estado mexicano, donde en los últimos tiempos se ha registrado, además, la aparición de grupos civiles de autodefensa.
A la espera de lo que decida el juez Cuarto de Distrito en Materia de Proceso Penales Federales, a cargo del caso, Rodrigo Vallejo, hijo del ex gobernador Fausto Vallejo , fue recluido el domingo por noche en el penal de Santiaguito en el municipio de Almoloya de Juárez, según informaron fuentes policiales.
El presidio se encuentra a unos 15 kilómetros de Toluca, capital del Estado de México, adyacente al Distrito Federal.
Rodrigo Vallejo es acusado de encubrimiento por sus presuntos vínculos con el cartel de “los Caballeros Templarios”, con cuyo líder, Servando Gómez, alias “la Tuta”, apareció en un polémico video difundido hace una semana, sosteniendo una charla al aire libre, bebiendo cerveza y dialogando cordialmente con el narcotraficante.
El hijo del ex gobernador fue ingresado en una zona donde no tendrá contacto con los demás presos, pero el delito por el que fue detenido es considerado no grave, por lo que podría salir bajo fianza.
El detenido argumentó públicamente que su reunión con Gómez había sido bajo amenaza de muerte tras ser presuntamente secuestrado por un comando armado, aunque no precisó la fecha ni el lugar de los hechos.
Agregó que “la Tuta” le exigía dinero, pero de acuerdo con la fiscalía, Vallejo se ha negado a declarar ante el Ministerio Público, de allí el delito que se le imputa.
El video difundido la semana pasada permitió refrendar una imagen fotográfica difundida en junio pasado que ya constataba aquel encuentro y cuya salida a la luz pública coincidió con la renuncia a la jefatura de Gobierno de Michoacán de Fausto Vallejo, aunque este último adujo problemas de salud para justificar su decisión.
Antes de que la sombra de la corrupción planeara sobre los Vallejo, en Michoacán fueron arrestados y sometidos a proceso judicial el ex gobernador interino Jesús Reyna García y el ex diputado federal y líder transportista José Trinidad Martínez Pasalagua, por sus nexos con la misma organización criminal.
Asimismo, uno de los hijos del jefe de “los Caballeros Templarios” fue detenido en junio pasado.
Tras la captura, se identificó como Huber Gómez Patiño, dijo ser hijo de Servando Gómez Martínez “la Tuta” y amenazó a los agentes con que serían asesinados si no lo dejaban en libertad.
Michoacán es uno de los estados más pobres de México , pese a ser una potencia agraria (produce el 85 % de los aguacates del país, que es a su vez el mayor productor mundial de ese fruto) y de su perfil turístico, perjudicado por la imagen de violencia y corrupción que arrastra.
Ese territorio adquirió notoriedad internacional a mediados de la década pasada por el carácter sanguinario de los grupos criminales locales (como “la Familia Michoacana”), autores de varias decapitaciones masivas de integrantes de bandas opuestas.
En el año 2009 fueron detenidos veinte alcaldes en una sola operación militar por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
La banda “los Caballeros Templarios”, que nació como escisión de “la Familia Michoacana” en diciembre del 2010, es acusada de tráfico de drogas, secuestros, desapariciones, homicidios, abusos sexuales, extorsiones, amenazas y exportación ilegal de minerales.
Habitantes de numerosos municipios del estado se alzaron en armas a principios de 2013, formando grupos de autodefensa para hacer frente a los “templarios” en vista de la incapacidad o pasividad del Gobierno estatal ante este grupo criminal.
El avance de estos grupos armados, cuyo germen surgió en la localidad michoacana de Cherán en 2011, y la persistente violencia del crimen organizado motivaron al Gobierno nacional a lanzar en enero pasado una masiva operación militar y policial y nombrar a un comisionado especial para la seguridad y el desarrollo del estado.
José Manuel Mireles , uno de los líderes de las autodefensas michoacanas, fue arrestado a finales de junio junto con otros 82 civiles armados y encarcelado el 6 de julio por porte de armas exclusivas del Ejército y posesión de drogas.
La captura fue interpretada por los analistas como un golpe sobre la mesa del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para evitar que se replicara el fenómeno en otros estados.
Tampoco ha ayudado a Michoacán el reciente caso del albergue “la Gran Familia”, intervenido en julio por el Ejército y la Policía por la insalubridad de sus instalaciones y los malos tratos que sufrían cientos de menores internos.
TE RECOMENDAMOS
¿Qué información se negó a dar Rodrigo Vallejo a la PGR?