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La entrada principal de la Casa Blanca y sus jardines fueron invadidos hoy por un fuerte olor a mariguana cuando cientos de simpatizantes de la legalización de esa droga se dieron cita para fumarla desafiando al Servicio Secreto y la policía.
La inusual protesta generó una fuerte presencia policiaca en los alrededores de la residencia presidencial, sin que se produjeran arrestos durante la concentración que se prolongó por casi dos horas, ante la mirada perpleja de los pocos turistas que decidieron permanecer en el sitio.
Hombres y mujeres jóvenes, en su mayoría, intercambiaron cigarros elaborados con mariguana, bailando bajo los acordes de música de Bob Marley que fue reproducida desde un equipo portátil de sonido.
Algunos ofrecieron abiertamente los cigarrillos o galletas elaboradas con la droga a quienes se aventuraron a acercarse al grupo de casi un centenar de entusiastas consumidores que formaron un núcleo a unos metros de la entrada principal de la Casa Blanca.
Los vientos sostenidos que soplaron durante la tarde hicieron que el fuerte olor de la droga se propalara hacia los jardines de la residencia presidencial, como al adyacente Parque Lafayette.
“Esto es algo inofensivo, es una yerba. La gente necesita informarse más y mejor para hacer de lado los prejuicios que existen”, dijo Ellen Mellody, una de las simpatizantes del movimiento.
Varios de los manifestantes portaron carteles con leyendas a favor de la legalización de la mariguana, haciendo notar que las leyes federales son responsables en gran medida del elevado número de personas en prisiones bajo cargos de posesión de sustancias controladas.
En Estados Unidos, el cultivo, consumo y venta de mariguana es legal hasta ahora sólo en los estados de Washington y Colorado, que lo aprobaron en el 2012, aunque en una cantidad no mayor a 28 gramos (una onza) y para personas mayores de 21 años.
En otros 23 estados, además del Distrito de Columbia, la venta y consumo de mariguana está permitido con fines medicinales, en tanto que en 21 la posesión de pequeñas dosis, usualmente una onza, ha sido despenalizada.
Adam Eidinger, organizador de la manifestación y quien encabezó con éxito los esfuerzos para la despenalización de la posesión de la yerba en esta ciudad, explicó que el objetivo fue enviar un mensaje al presidente estadunidense Barack Obama.
“La razón fue decirle al presidente que no estamos satisfechos por las reformas bajo su administración, y queremos cambios. Queremos que la mariguana sea totalmente legal, y que se libere de las prisiones a quienes han sido condenados por cultivarla”, dijo en entrevista.
Eidinger dijo que el mensaje estuvo dirigido también a Hillary Clinton, quien pudiera ocupar la Casa Blanca a partir de enero del 2017, ya que durante la administración de su esposo, el presidente William Clinton (1993-2001), el gobierno federal endureció la cruzada contra el consumo de mariguana.
“Tenemos gente que está purgando sentencias de prisión de por vida por el simple hecho de haber cultivado mariguana en extensiones considerables, pero es una planta, Dios no las dio”, apuntó.
El activista no descartó la posibilidad de volver a repetir la manifestación, que se llevó a cabo sin mayores incidentes, indicando que la de este sábado, en la que se concentraron unas 500 personas, fue apenas una prueba.
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