Se despidió de sus padres e hijas, degustó chuletas de puerco, arroz, café y té. Esperó tres horas para que se revocara la orden de ejecución, pero a las 21:15, Édgar Tamayo Arias recibió la inyección letal, acusado del asesinato de un policía en EU, y a las 21:32 horas falleció.
A las 18:00 horas estaba programado que el mexicano fuera ejecutado en la unidad carcelaria Wall de la Penitenciaría Estatal de Huntsville, Texas, pero 15 minutos antes su equipo de abogados presentó un recurso ante la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito y a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, lo que obligó a retrasar la pena de muerte.
A las 21:00, aproximadamente, la autoridad judicial rechazó los recursos relacionados con la violación de los derechos consulares de Tamayo y pasó por alto el presunto retraso mental del acusado, refirió la abogada Sandra Babcock.
Antes, el consultor jurídico de la cancillería mexicana, Max Diener Sala, había dicho que Estados Unidos estaba incurriendo en “una responsabilidad internacional”.
El recurso de apelación se presentó debido a las irregularidades en el expediente de Tamayo, quien desde hace 20 años está preso por el delito de homicidio en contra del policía de Houston, Guy P. Gaddis.
Texas. Su defensa intentó librar al mexicano de la pena de muerte, pero la Corte Suprema de EU negó el recurso y ratificó la ejecución
El caso de Tamayo forma parte del Fallo Avena, en el cual la Corte Internacional de Justicia ordenó a EU suspender la ejecución de 51 connacionales condenados a la pena capital, para revisar sus casos, porque se violaron sus derechos consulares.
Irregularidades
1) Édgar Tamayo fue detenido con otro hombre el 31 de enero. Se le acusó de haber disparado al policía Guy Gaddis, pese a que él estaba esposado y en estado de ebriedad antes de que el uniformado recibiera tres tiros.
2) El morelense fue llevado a la estación de policía y a pesar de ser de origen mexicano, no fue notificado de su derecho a recibir asistencia del Consulado de México.
3) Había consumido heroína y dijo que había matado al policía en dos ocasiones, pero el arma homicida no tenía sus huellas digitales.
Familia del policía…
“Me da gusto que se haya terminado esto. Un poco de mi corazón destrozado se siente mejor”. Madre del policía Guy Gaddis.
“Quiero extender las condolencias a la familia del señor Tamayo. Es muy difícil para las dos familias. Lástima que esto se haya convertido en un acto político”. Gary Gaddis, hermano del policía fallecido.
Esperanza…
“Puede haber un milagro porque los milagros existen. No perdemos la fe y no me avergüenzo de mi hijo”. Isabel Arias, madre de Édgar Tamayo horas antes de la ejecución
