La fracción del PRI en la Asamblea Legislativa pidió al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que ordene realizar estudios técnicos y de factibilidad para establecer corredores peatonales en las diversas vialidades del Centro Histórico.
El diputado Fernando Espino indicó, en entrevista, que de ser viable el proyecto, Mancera Espinosa debe instruir a la Secretaría de Finanzas para que haga las previsiones presupuestales que permitan el desarrollo integral de corredores peatonales.
El legislador priista recordó que en 2011, el GDF presentó el Plan Integral de Manejo del Centro Histórico 2011-2016, que incluye la revitalización urbana y económica, la habitabilidad y movilidad de la zona y “el aprovechamiento de la calle como espacio de convivencia“.
Asimismo, comentó que desde 2002 se ha realizado “un largo proceso de rehabilitación de calles e infraestructura que progresivamente está revirtiendo el grave estado de deterioro que había colapsado la calidad urbana del Centro Histórico”.
No obstante, será hasta 2017 cuando dicha actividad se convierta en un asunto prioritario para el gobierno local, en respuesta a la evaluación de las obras ejecutadas en esta materia con anterioridad, abundó el también dirigente del sindicato de trabajadores del Metro.
DETALLES
Espino Arévalo dijo que la administración de Mancera Espinosa deberá evaluar la factibilidad de construir y desarrollar, de manera integral, corredores destinados a los peatones en las diversas vialidades que componen el perímetro “A” del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Reconoció que los corredores existentes en las calles Leandro Valle, San Ildefonso, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, Topacio-Talavera-Alhóndiga-Santísima, San Jerónimo y Madero “han sido básicos para la reapropiación de la calle como escenario de la vida comunitaria”.
Los problemas económicos y sociales que acontecen en el Distrito Federal y en el país repercuten en gran medida en el cuidado y mantenimiento del Centro Histórico, que registra una elevada movilidad, “lo que pone en riesgo el estado natural de ciertas edificaciones y de la superficie”, expuso.
Aseguró que esos corredores reducen “el número de automóviles que llegan a la zona, lo que mejora la movilidad”, impulsan mayor turismo, disminuyen las emisiones de dióxido de carbono y se da preferencia al tránsito peatonal o no motorizado.
Además, habría mayores incentivos para impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte individual, complementario al transporte público, y “se daría más seguridad a ciclistas y se favorecerían los recorridos peatonales que propician la apreciación y conservación del patrimonio”.
Los corredores peatonales incluyen la nivelación del pavimento y la eliminación de guarniciones y banquetas; la creación de cruces peatonales sobre el arroyo vehicular nivelados a las calles y la reducción en la velocidad de los automóviles, detalló Espino Arévalo.
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