La esquina de Campeche e Insurgentes es bien conocida por don Uriel, un septuagenario que ha dividido este punto de la Condesa en dos: de un lado están los sexoservidores y del otro su par femenino.
“Se está volviendo común; con la prostitución viene la venta de drogas y otros ilícitos, además de que nos da una sensación de inseguridad en la colonia”, dijo.
Además de Nuevo León, en calles como Ámsterdam, Chilpancingo, Coahuila y Benjamín Franklin, el sexoservicio se ha convertido en un elemento más del paisaje, especialmente en las noches.
Violeta labora en un restaurante de la zona, muy cerca del Parque México, donde los trabajadores de la delegación Cuauhtémoc ya no sólo levantan heces fecales de los perros, sino también preservativos usados.
“Salgo entre las 2:30 y 3:00 de la mañana, pasamos por el parque y no hay día que no estén ofreciendo el servicio. Calculo que son como siete sexoservidores”, detalló Violeta.
De acuerdo con vecinos y trabajadores de la zona, la pasividad de las autoridades ha permitido que el sexoservicio esté creciendo cada día y se expanda sobre todo a las esquinas con Insurgentes.
En el Parque México
Condones y en ocasiones ropa interior, todo es barrido junto con la demás basura por los trabajadores de limpia, sin embargo siempre se queda “uno que otro”.
“Vienen muchos niños, ¿cómo evitamos que puedan agarrar un condón usado?”, lamentó Diana, corredora y vecina del lugar.
Sólo es una falta cívica
En el Artículo 24 de la Ley de Cultura Cívica se estipula que…
Son infracciones contra la dignidad de las personas invitar a la prostitución o ejercerla, así como solicitar dicho servicio. En todo caso sólo se procederá la presentación del probable infractor cuando exista queja vecinal.
¿De a cómo?
1,000 es el precio en el que ronda el servicio de hombres y mujeres de la zona.
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