Pocos conocen los detalles de las operaciones secretas de espionaje digital que encierran los edificios de cristal negro de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) a las afueras de Washington.
• Según su sitio web. Es el hogar de los criptógrafos y los especialistas en descifrar mensajes codificados.
• Influencia. La propia existencia de la NSA, creada en 1952 por el presidente Harry Truman, se ocultó durante más de 20 años, y pese a la llegada de Obama y sus llamadas por la transparencia, sus poderes siguen siendo tan amplios ahora como durante los años de George W. Bush.
• Su misión. Consiste en prevenir que adversarios extranjeros adquieran acceso a información sensible o clasificada vinculada con la seguridad nacional, además de recolectar, procesar y diseminar información de inteligencia de fuentes externas para propósitos de inteligencia y contrainteligencia y para respaldar operaciones militares.
• Extensión. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 la NSA, dependiente del Pentágono y con más de 37 mil empleados civiles y militares, consiguió poderes más amplios para controlar las comunicaciones dentro y fuera de Estados Unidos y filtrar montañas de datos que permitan un día desmontar un complot terrorista.
• Acceso. La mayoría de las reglas por las que se rige son, en su mayoría, secretas y son conocidas en detalle por un puñado de asesores del presidente Barack Obama, legisladores (algunos de los cuales han pedido información que les ha sido negada) y jueces en Washington.