La dueña y directora del albergue “La Gran Familia”, acusado de todo tipo de abusos y maltrato a unas 600 personas, de ellas casi 450 niños, salió en libertad porque la Procuraduría General de México no ha presentado cargos formales contra ella, informaron las autoridades.
“No hubo sustento” para presentar cargos contra Rosa Verduzco, de 79 años, “que dada su avanzada edad no podría ir a cárcel”, informó un funcionario federal que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa.
Verduzco, conocida popularmente como Mamá Rosa, fue hospitalizada en un centro de la ciudad de Zamora, donde está el albergue, desde que ocurrió el operativo el martes, una acción policial muy criticada por parte de la sociedad civil y prestigiosos intelectuales que alaban la obra de esta mujer con más de 60 años a sus espaldas de dar cobijo a huérfanos, drogadictos y jóvenes con problemas sociales o penales muchas veces marginados por sus propias familias.
También quedaron en libertad dos de sus colaboradores, aunque sí se trasladó el sábado a los otros seis detenidos en el operativo del martes a una prisión del estado occidental de Nayarit, después de que varios testigos les acusaran de golpes, abusos sexuales, maltratos en general y privación de su libertad.
No obstante, el funcionario aseguró que la investigación sigue abierta y que si se encuentran pruebas suficientes de algún delito cometido por la dueña del albergue se actuará conforme a derecho.
En este sentido, afirmó que otra línea de investigación es para averiguar adónde canalizaba Verduzco todos los recursos públicos y privados que recibía, ya que la casa hogar se encontró en condiciones deplorables, llena de basura, plagas y comida en mal estado.
“La noche del sábado fue una tortura porque no nos decían que iba a pasar con ella ni nos dejaban verla pero por fin la dejaron libre después de tanto querer sacarla información que no era cierta”, dijo a The Associated Press Monserrat Marín Verduzco, sobrina de Mamá Rosa.
“La gente aplaudió a la policía federal cuando se fue del hospital y ella está feliz de poder volver a estar en contacto con su gente”, añadió.
Según Marín, su estado de salud es relativamente bueno para una mujer con 79 años y 20 de diabética, pero su corazón sigue delicado por lo que el domingo no descartaban trasladarla a la capital o a otro hospital para hacerle pruebas adicionales.
El viernes por la noche autoridades federales y estatales comenzaron el traslado de varias decenas de los menores a instalaciones oficiales de otros estados donde pudieran ser atendidos por especialistas y tuvieran un lugar limpio para vivir además de buena alimentación y cuidados médicos.
No obstante, todavía quedan en el albergue más de 300 menores a la espera de reubicación y un centenar de adultos que todavía se desconoce qué destino tendrán aunque, como alertó el sábado la alcaldesa de Zamora, Rosa Hilda Abascal, no tienen empleo, dinero ni familia, y muchos llevaban desde niños en “La Gran Familia”.