Por su destacada trayectoria en la promoción efectiva y defensa de los derechos humanos en general y en lo particular de las personas desaparecidas, este año se entregará el Premio Nacional de Derechos Humanos a la religiosa y activista Consuelo Gloria Morales Elizondo.
Morales Elizondo nació en Monterrey, Nuevo Léon; es fundadora y directora de la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. y pertenece a la Congregación de Notre-Dame, Canónigas de San Augustín.
Estudió la licenciatura en Trabajo Social en la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga en la Ciudad de México y la Maestría en Derechos Humanos y Democracia en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede México.
Ha sido presidenta de la Conferencia de Religiosas Mexicanas en la Arquidiócesis de Monterrey, miembro de diversos consejos ciudadanos, entre ellos el Consejo Permanente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y el Consejo del Grupo Humanitas, A.C., entre otros.
El Consejo de Premiación del Premio Nacional de Derechos Humanos aprobó por unanimidad el dictamen del jurado, mediante acuerdo adoptado en sesión ordinaria del 23 de noviembre pasado.
La ceremonia estará presidida por el presidente Enrique Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos y se entregará también Mención Honorífica a la ciudadana Sandra Jiménez Loza, por su dedicación en la defensa de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes, así como de las personas con discapacidad.
La presea es el reconocimiento que la sociedad mexicana confiere, a través del organismo constitucional autónomo de derechos humanos, a las personas que se han destacado en la promoción efectiva y defensa de los derechos fundamentales.
Para ello, el 4 de noviembre del año en curso fue publicada la convocatoria correspondiente, emitida al público en general, organismos públicos o privados, para proponer a quien estimaran se haya destacado en la promoción efectiva y en la defensa de los derechos humanos, en los términos de las bases correspondientes.