Entre todos los rescatistas y voluntarios que estuvieron la mañana del 29 de enero en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa , tras la explosión de una pipa de gas, hubo uno que destacó: Jonathan Tobón Ruiz , conocido como el “niño topo”.
A sus 11 años de edad, las entrevistas le han caído por todas partes. El Gobierno del Distrito Federal reconoció su ayuda para rescatar a las víctimas de esta tragedia, que este viernes cobró su quinta víctima, y le entregó una casa.
En entrevista con Carlos Loret de Mola, Tobón Ruiz afirmó que la mañana de ese jueves, su madre se acercó hasta donde él y sus dos hermanos dormían y los abrazó. La explosión cimbró las calles aledañas y la mujer pensó que era un temblor.
Salió de su casa y fue al hospital a ayudar a sacar de los escombros a los heridos. Desobedeció a su mamá, quien le ordenó se quedara en casa y se dirigió al hospital Rescató a un bebé, lo llevó en sus brazos y lo entregó a un paramédico. El recién nacido sobrevivió.
Afirmó que le dio miedo cuando vio a una enfermera con el brazo destrozado y reconoció que nunca pensó estar en un evento como el de Cuajimalpa.
Está orgulloso de que ahora en su escuela lo reconocen sus compañeros, incluso con los que no se llevaba tan bien. Pero lo que más le emociona es el amor que le tienen sus hermanos, Fernanda y Diego, y su mamá, Valeria.
De grande, dijo en la entrevista, quiere ser rescatista, como pasatiempo, y médico forense. Afirmó que desde “chiquito” ha tenido buenas calificaciones, 9 y 10 en la escuela, y que está becado.
“Lo hice de corazón, salvar a la gente. Lo hago por mi mamá. Dios estaba conmigo, siempre con Dios, Señor cuídame y ya”, expresó.
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