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Angélica Rivera afirmó que su trabajo le ha permitido ser una mujer independiente y que la “casa blanca” que causó polémica la semana pasada fue obtenida por su trabajo durante 25 años con Televisa.
“Yo no tengo nada que esconder, yo he trabajado toda mi vida, y que gracias a eso soy una mujer independiente, que he sido capaz de construir un patrimonio con honestidad y con todo mi trabajo. Siempre me he conducido con rectitud”, manifestó.
“Inicié mi carrera artística desde los 15 años, trabajé 25 años con la empresa Televisa, entre otras cosas realicé telenovelas que no solamente fueron vistas en méxcio sino en otros muchos países del mundo con una alta audiencia”, refirió la Primera Dama.
Afirmó que firmó varios contratos durante este periodo con esa empresa, la última renovación en 2004, en cada uno de ellos los montos tuvieron un incremento por los resultados de su trabajo. Fue así que en 2008 se le otorgó el uso y goce de la casa de Paseo de las Palmas 1325 y comenzó a vivir en esta casa.
El contrato firmado en 2004, fue terminado por mutuo acuerdo el 25 de junio del 2010, y ahí se le pagó la propiedad en la que ya vivía (Paseo de las Palmas 1325), y el 14 de diciembre de ese año se le expidió la escritura de esta residencia. Además se le pagó el monto total de 88 millones 631 mil pesos más iva.
Para dar por terminado el contrato, Rivera Hurtado aceptó no trabajar con otra televisora en los siguientes cinco años. “Así les demuestro que tengo la capacidad económica y recursos propios que me han permitido construir un patrimonio para mí y para mis hijas”.
Reiteró que su trabajo como actriz, conductora y como imagen de campañas publicitarias le permitió tener solvencia económica producto de su trabajo.
Sobre la relación con el ingeniero Juan Armando Hinojosa, dueño de Grupo Higa, y a quien se le vincula con Peña Nieto y varios contratos con el gobierno, Rivera afirmó que lo conoció y le pidió que a través de una de sus inmobiliarias comprara un terreno y construyera una casa de su elección.
Luego de que finalizara la construcción de la casa, la Primera Dama le dijo que celebrarían la compra-venta de la misma, que finalmente fue la de Sierra Gorda #150, aledaña a la casa de Palmas, con un precio de 54 millones de pesos a un plazo de ocho años, de los cuales ha pagado 14 millones 343 mil 555 pesos. Y dejó claro que la casa sigue siendo de la inmobiliaria.
Agregó que tiene un departamento en Miami, Florida, y un departamento en la Herradura. Tras la polémica, decidió vender los derechos derivados del contrato de compra-venta de los terrenos, para que no “siga siendo un pretexto para ofender y difamar a mi familia”.
Angélica Rivera cerró su mensaje diciendo que se presentaba ante la opinión pública para defender su “integridad, la de mis hijos y la de mi esposo”.
