Y después de meses de esfuerzo, tiempo en el que parecía que el destino se oponía a que Roman Reigns fuera el máximo monarca, el descendiente de samoanos logró imponer su ley en el último Raw de la WWE.
El ex miembro del “Escudo” mostró su habilidad y fortaleza sobre el cuadrilátero, en una pelea ante el otrara monarca Sheamus, en la que parecía que todo estaba en su contra.
Al principio de la función, Roman exigió una nueva pelea titular a Stephanie McMahon y Mr. McMahon. Luego de insultar y llamar “viejo” al jefe de la empresa estadounidense, éste decidió darle una nueva oportunidad al luchador.
Pero había una condición en juego: Reigns podría ser el nuevo Campeón Mundial de Peso Pesado de WWE, pero en caso de perder estaría despedido.
La pelea lucía muy compleja para el “Poder personificado”. Además de que Mr McMahon estaría en primera fila y podría intervenir en cualquier momento (lo que ocurrió), también debía deshacerse de los miembros de la “Liga de las Naciones”.
Y así pasó. Cuando la contienda parecía que se inclinaría del lado de Reigns, el dueño de la compañía jaló al réferi para ayudar al “Guerrero celta” y momentos después aparecieron Alberto del Río y Rusev, aliados de Sheamus.
Pero al final, Reigns repartió a todos sus adversarios el “Golpe del Superhombre” y castigó con una lanza a Sheamus para después cubrirlo y coronarse por segunda ocasión como campeón máximo de la WWE.
En la galería de fotos encontrarán datos reveladores que seguramente desconocían de Roman Reigns, el nuevo monarca de la WWE.
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