Fotos: Cuartoscuro
Las barras bravas en general no gozan de buena fama entre el resto de aficionados y medios de comunicación. En especial, las barras de Pumas y América son estigmatizadas y calificadas como muy violentas por lo que cada que se enfrentan ambos equipos se realizan operativos especiales dentro y fuera del estadio.
¿Por qué tienen tan mala fama estas barras? Aquí recopilamos algunos antecedentes que han generado antipatía en mucha gente:
Reventa de boletos
Es una práctica común en varias barras, pero hace unos años, cuando el diario Récord publicó un reportaje sobre “El Nariz”, se generó mucha polémica por esta dinámica de reventa de boletos, lo cual habla de complicidad con la directiva. Varios testimonios dan cuenta de esta manera de lucrar con el apoyo de las directivas.
Enfrentamientos con la policía
Los enfrentamientos entre aficionados y policía son un tema muy complejo. A menudo (o siempre) se culpa a los barristas de estas situaciones aunque pocas veces se analiza si los operativos y el manejo de la seguridad es adecuada. En varias ocasiones han habido fuertes enfrentamientos en C.U. y Estadio Azteca cuando las cosas se salen de control.
Robo de pertenencias
Algunos aficionados han sido captados robando cosas ajenas. Tal vez recuerden aquella vez en que algunos americanistas robaron pertenencias a aficionados ubicados en los palcos del Estadio Azul y fueron captados por las cámaras de TV Azteca.
Toma de camiones
Una forma acostumbrada de llegar a los estadios por parte de las barras es tomando camiones, aunque se han realizado operativos en los últimos años para tratar de evitarlo. Claro que es una práctica que se extiende a varias barras pero cuando se enfrentan Pumas y América se ve con mayor frecuencia.
Consumo de drogas
En teoría uno no puede entrar con estas sustancias a los estadios. Pero basta acercarse a la zona de barras para que el olor demuestre que la revisión a la entrada del estadio no es adecuada. Hace tiempo un ex integrante de la Rebel le contó a Futbol sapiens que los policías “hasta son tontos” porque no revisan las manos.
Si de por sí las drogas tienen mala fama, al ser consumidas por barristas frecuentemente, es un elemento que se suma a la mala imagen que tienen estos aficionados.