Con cuatro títulos en el Abierto Mexicano de Tenis, el español David Ferrer tiene ya al torneo, que reparte 500 puntos para el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), como uno de sus predilectos, sólo abajo de los Grand Slam y los Masters 1000.
Entre el público del evento y el ibérico hay una sinergia en la que todos se sienten cómodos, por algo al Top 10 le han apodado el “Rey David”, y eso también hace que se sienta como en casa porque el trato que recibe en Acapulco difícilmente se compara con el de otro torneo que pueda disputar fuera de España.
“No recuerdo otro torneo que tenga ese cariño, también el idioma ayuda mucho. Sin duda, es mi torneo favorito después de los Grand Slam y los Masters, por las facilidades que hay y también sé que muchos jugadores del circuito opinan lo mismo en ese sentido”, apuntó.
Así, aunque sus fanáticos lo pongan como favorito y den como aval los cuatro título que ya tienen en este escenario, Ferrer lo toma con calma todavía y sin presión a pesar de llegar como campeón defensor.
Por ello, minimizó el hecho de que pudiera haber una obsesión por superar este año al austriaco Thomas Muster, quien también se coronó con el mismo número en este evento.
“Pienso en el primer partido, a partir de ahí queda un largo camino para llegar a la ronda final, intentaré ganar el primer partido y luego ver que sigue en caso de ganar. El cartel es muy bueno, me alegra mucho que cada año traigan tan buenos jugadores y este año el público va disfrutar mucho ver jugadores diferentes”, señaló.
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