Llegar a la cima es la meta de muchos deportistas en nuestro país, pero mantenerse, el reto de todos. Aunque la baraja de nuestro destino siempre tiene un as bajo la manga, es difícil creer que la vida de un deportista puede dar un giro tan inesperado como le ocurrió al clavadista mexicano Kevin Chávez, quien de defender los colores de México en varios campeonatos a lo largo de 13 años, ahora cumplirá su máximo sueño, asistir a unos juegos Olímpicos pero bajo la bandera de la delegación de clavados de Australia.
Río 2016 ya espera al nacido en la Ciudad de México para subir al trampolín de tres metros en individual, donde será uno más al enfrentar a sus compatriotas y rivales de otros países en la pelea por los metales dentro de la justa veraniega.
Una lesión en la rodilla orilló a Kevin a dejar las alberca por un lapso de dos años, su rehabilitación lejos de México fue el parteaguas que lo llevó a pelear por regresar a competir al 100% bajo los colores de otro país, puesto que tomó la decisión de dejar Guadalajara “la cuna de los clavados” y la ciudad que lo vio crecer como clavadista al lado del considerado como uno de los mejores entrenadores de clavados, Iván Bautista, para salir del precipicio e incertidumbre en el que se encontraba después de la operación que resarció la lesión.
“Es un excelente coach (Iván Bautista). Crecimos muchos atletas y varios compañeros míos al lado de él, es uno de los pioneros en México en aumentar el grado de dificultad, en experimentar diferentes tipos de entrenamiento, siendo el de él, el único programa más completo que hay en México. Yo me mudé a Guadalajara porque me encanta la ciudad y por seguir a Iván quien trasladó su carrera de la CDMX a la Perla Tapatía, señaló Chávez.
Luego de su operación, Kevin viajó a Australia para comenzar el camino que lo llevaría a recuperar su nivel, al lado del entrenador mexicano Salvador Sobrino, quien le extendió la mano y arropó en el país de los canguros, un lugar que Chávez considera como su segunda casa, no de ahora sino desde varios años atrás cuando participaba o entrenaba con la Selección mexicana de clavados.
“Me costó mucho procesar el volver a iniciar. No me fue muy bien durante un año en competencias, porque comenzaron las lesiones y fue ahí cuando ya no lo disfrutaba, algo que haces y que te duele, ya no lo disfrutas y tomé la decisión de operarme de la rodilla, pese a que no me pronosticaban que me recuperaría al 100% y más sabía de otros casos donde el retiro se hizo presente en un compañero que sufrió lo mismo que yo, dije ¡wou! esto me puede pasar a mí, llegue a pensar que hasta aquí llegaría mi vida deportiva”, agregó.
La amistad y comunicación que mantenían a la distancia a través de las redes sociales con Chava Sobrino, hizo que el couch lo invitara a rehabilitarse en Australia, apoyo que aceptó de inmediato el clavadista.
“En una de esas pláticas, le comenté que me acababa de operar y que no estaba muy bien en el aspecto de la motivación, que no sabía si regresar o no, y él me preguntó, ‘¿Qué percepción tienes de Australia?’ Y lo le dije la mejor, y no dudó enseguida en invitarme a rehabilitarme en Australia”, a partir de ahí, la recuperación de Kevin se dio de buena manera hasta que recuperó su máximo nivel. El nuevo giro en la vida de Chávez había resultado más que exitoso para su carrera profesional, tanto que decidió participar en las competencias que tenía el club australiano donde llevó su rehabilitación y destacó obteniendo el segundo lugar en el ranking. La motivación siguió creciendo hasta que un día preguntó si ahora lo podía hacer representando a Australia y nunca imaginó la respuesta.
“A Australia le agradó mi estilo y la forma de hacer clavados, fue así como comenzó todo. Fue un sueño que compartía con los clavados, el cual era vivir en un país diferente y competir en competencias importantes. Me recibieron muy bien, este país es multicultural y nunca existió problema alguno en que me aceptaran”, agregó.
Pese a la nueva oportunidad que le daban los clavados, pero ahora con otros colores, Kevin se declara un mexicano fan de su país: “antes que nada quiero decir que estoy muy orgulloso de ser mexicano y llevo mis raíces y mis tradiciones siempre dentro de mi corazón”, concluyó Kevin, quien verá su sueño consumado el próximo lunes cuando debute en el trampolín de 3 metros masculino compartiendo las rondas de competencia con los mexicanos Rommel Pacheco y Rodrigo López.
Cabe señalar que Kevin puede participar con Australia aunque ya lo haya hecho por México años anteriores, debido a que a cumplió con todos los requisitos, entre ellos el de no competir con la bandera tricolor por los últimos dos años consecutivos.
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