Cuuahtémoc Blanco dirá adiós al futbol de manera oficial en la final de la Copa MX ante Chivas, uno de los acérrimos rivales del atacante, por lo que muchos de sus aficionados esperan que tengan la despedida que se merece, aunque el público del rebaño sagrado seguramente piensa lo contrario.
En este sentido, sólo hay muestras de apoyo, nostalgia, anhelo y reconocimiento dentro del entorno futbolístico mexicano para el artillero, y es que a pesar de que tiene sus críticos, nunca se podrá dejar de lado que la peculiar personalidad del oriundo de Tepito combinada con su enorme talento, quedarán inmortalizada por formar parte de una época dorada en la Selección Mexicana y obteniendo un título memorable con su amado América.
Por ello, aquí te presentamos las cosas buenas que nos dejó Cuauhtémoc Blanco en sus más de 20 años de carrera:
- Su talento para medirse de tú a tú contra cualquier rival. Desde sus inicios nunca se amedrentó, al contrario, siempre sacaba a flote el carácter en los momentos más complicados, lo hizo en América y con el Tri al cual prácticamente “llevó” al Mundial del 2002, salvando duelos ante Jamaica y Honduras.
- Sus pinceladas, su magia… aquella famosa “Cuauhtemiña” quedará en la historia por haberla realizado en un Mundial. Fue ante Corea del Sur en Francia 1998, dejando totalmente confundido al defensor asiático.
- Sus festejos peculiares. Desde gritos y su famosa “Temo Señal”, hasta acostarse frente a la cara de Ricardo La Volpe o pinchando cual torero en una plaza. Sus ocurrencias serán complicadas de volver a disfrutar.
- Su arrogancia, irreverencia, presencia… muchas actitudes que en algunos casos le servían para intimidar al rival. Desesperaba al adversario con sólo verlo, o marcarlo en una jugada de tiro de esquina o dentro del área.
- Su gran técnica individual. Muchos jóvenes deberían echarle un vistazo a anotaciones sublimes de Blanco gracias a su gran golpeo de balón. Cobraba tiros libres, le pegaba de media y larga distancia como pocos y para muestra los videos que aún anidan sus golazos.
- Su franqueza. Pocos futbolistas son tan frontales para hablar de quien sea, directivos, rivales, momentos, recuerdos… la historia de “Cuau” se basa en la honestidad y sinceridad para expresarse dentro y fuera de la cancha.
- Su buen humor. Aunque muchos no conocen esa parte del “Temo”, en los vestidores donde ha estado siempre dejó un grato recuerdo en los compañeros, mismos que lo veían como un ejemplo a seguir por su profesionalismo y actitud combativa en todo momento.
- Sus deseos por ayudar a las nuevas generaciones. “Cuau” habla poco, pero hace mucho por los chicos de escasos recursos. Tiene un escuela de futbol donde da oportunidad a los nuevos talentos que sin su ayuda, no tendrían la miradas puestas de algunos visores en busca de futbolistas.
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