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Islandia, la gran sorpresa de la Eurocopa, querida y admirada por todos los equipos, aficionados y técnicos del torneo, despertó de su sueño con una derrota contundente en cuartos de final ante Francia, que aprovechó su gran superioridad para ganar 5-2 y alcanzar las semifinales que disputará ante Alemania.
El combinado dirigido por Heimir Hallgrímsson y Lars Lagerbäck pasará a la historia pese a la derrota.
Nadie jamás imaginó que el conjunto islandés iba a llegar tan lejos en la Eurocopa. Cualquiera que lo hubiese afirmado hace meses, podría haber sido tomado por un loco peligroso.
A lo largo del mes de junio, poco a poco, escalón a escalón, con mucha pasión, corazón, entrega y arropado por todo un país, Islandia fue abriéndose paso partido a partido. Hasta octavos, eran un equipo simpático. Eso, lo pagaron los ingleses, que fueron derrotados 2-1 y tuvieron su «brexit» particular sobre un terreno de juego.
Francia tomó buena nota y no dio pie a ningún tipo de sorpresa. No quería otra hecatombe similar a la británica. Islandia era un volcán en plena erupción que había que sellar y así lo hicieron los hombres de Didier Deschamps. No fallaron pese a jugar regular, a base de arreones que provocaron encuentros fructíferos con la portería vikinga.
Deschamps, que apostó por Samuel Umtiti y por Moussa Sissoko para sustituir a los sancionados Edil Rami y N’Golo Kanté, acertó con su decisión y apenas dejó jugar a un equipo que alineó por quinta vez a sus mismos once jugadores. Pero sólo consiguió eso, que no jugará su rival, porque Francia no brilló ante unos jugadores a los que tal vez el choque les vino grande.
Puede ser que el tempranero tanto de Olivier Giroud influyera en la caída islandesa, pero unos cuartos de final son unos cuartos de final y Francia, en París, ante su público, es mucha Francia. El gol de Giroud, tras batir por debajo de las piernas a Halldórsson tras un buen pase de Blaise Matuidi, cerró el choque.
Islandia, aunque llegó a disparar hasta en cinco ocasiones a lo largo del primer acto, acabó siendo un muñeco en manos galas, que, con muy poco juego se marchó al descanso con cuatro goles de ventaja.
Al tanto de Giroud le siguió el de Paul Pogba, de cabeza y a la salida de un córner; después, llegó el de Dimitri Payet, gracias a un buen zurdazo desde fuera del área; Antoine Griezmann se unió al festival después de resolver un mano a mano tras un pase en profundidad de Giroud, el mejor del partido sin duda.
El delantero del Arsenal, a una tarjeta de perderse las semifinales, fue sustituido por Deschamps al cuarto de hora de la reanudación. Antes de marcharse tuvo tiempo de marcar el quinto, esta vez de cabeza tras una mala salida de Hannes Halldórson.
A Islandia ya sólo le quedaba disfrutar de sus minutos finales. Seguro que los jugadores de Lagerback y Hallgrímson saborearon la última media de una Eurocopa que jamás olvidará su hazaña. Todos intentaron divertirse y lograron un premio en forma de goles, los que marcó Kolbeinn Sigthórson y Birkir Bjarnason para regocijo de los hinchas vikingos, que nunca se rindieron con sus cánticos y aullidos.
Al final, Francia logró su objetivo, que no era otro que las semifinales. El cómo no fue muy importante. Ahora, en cuatro días, se verá la verdad de este equipo. Hasta ahora se ha enfrentado a las «todopoderosas» Rumanía, Albania, Suiza, Irlanda e Islandia.
Alemania, medirá el verdadero potencial de los hombres de Deschamps. Y, mientras, ajena a toda esa futura lucha, Islandia dijo «Fljótlega» (hasta pronto) porque han venido para quedarse. El Mundial de Rusia les acogerá con los brazos abiertos.
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