El día llegó. Los más grandes rivales de la Liga MX vuelven a verse las caras en -quizá- el partido más atractivo, o que más expectativas causa en México.
A lo largo de las décadas, América y Chivas han protagonizado un sinfín de enfrentamientos que ha dejado para la historia récords, anécdotas y hazañas que hacen mayor la rivalidad de ambos equipos, dentro y fuera del terreno de juego.
Les presentamos las diez cosas que no conocen del “Clásico de Clásicos” en México.
El 10 de octubre de 1926 se disputó el primer duelo entre América y Chivas. Esto, gracias a una invitación que la Federación Jaliscience le hizo al campeón del Distrito Federal. El partido, con sede en una cancha propiedad del Atlas, sólo se jugó por 30 minutos, ya que debido a la falta de luz, debió suspenderse; Chivas ganaba 1-0. Al siguiente día jugaron de nuevo y esta vez empataron a un gol.
El 12 de octubre del mismo año se jugó otro partido en la misma cancha. América ganaba por un gol cuando el silbante, reconocido seguidor de las Chivas, pitó un penalty a favor del Rebaño, cosa que molestó a los jugadores de las Águilas, que abandonaron el campo a manera de protesta.
El penalty fue cobrado sin portero, lo que puso a las Chivas adelante 2-1. Después, las autoridades lograron bajo amenazas de encarcelamiento, que los jugadores capitalinos volvieran a la cancha, donde ya no pudieron cambiar el marcador, pero si le dejaron su “recuerdito” a los rojiblancos, equipo que a la larga, se convertiría en su más odiado rival.
En los tiempos en que el Clásico era el duelo entre Atlante y Asturias, se jugó el primer partido oficial entre América y Chivas.
El 1 de agosto de 1943, Águilas y Rojiblancos se enfrentaron en partido de Copa México, cuando Guadalajara y Atlas fueron incorporados al torneo. Este duelo fue de fase de grupos, y terminó 1-0 a favor del América gracias a gol de González al 80. Ignacio Trelles, figura del futbol mexicano, jugaba con los azulcremas en esa época.
Al año siguiente, el 16 de enero de 1944, se dio el primer enfrentamiento liguero entre ambos equipos.
En la primera vuelta de la temporada 1943-1944, América visitó a Chivas en el Parque Oblatos de Guadalajara y se llevó una derrota de 3-1 por parte del Rebaño.
A finales de la década de los 50, cuando las Chivas eran el “Campeonísimo” y América, los “Millonarios”, tuvo lugar uno de los sucesos que hizo mayor la enemistad entre ambos clubes.
Las Águilas peleaban el título de la temporada 1959-1960 y jugarían tres partidos seguidos en Guadalajara; ante Oro, Atlas y Chivas. A los tres equipos los venció 2-0, además, al Rebaño le quitó al condición de invicto que ostentaba.
Al término del juego, el DT americanista, Fernando Marcos, hizo unas declaraciones que calaron hondo en las Chivas:
“América no viene a Guadalajara a ganar, eso es rutina. Nosotros venimos para cambiarle el número de su teléfono de larga distancia. Así es que ya lo saben mis amigos:cada que quieran llamar a Guadalajara marquen dos cero, dos cero, dos cero o el 20-20-20. Cortesía del América”
Otro suceso que reafirmó la rivalidad entre América y Chivas, tuvo lugar en 1962, cortesía de Guillermo Sepúlveda, entonces jugador del Rebaño.
Tras una bronca entre ambos equipos en Ciudad Universitaria, el “Tigre” se fue expulsado, pero antes de marcharse, se quitó la playera, se dirigió a los jugadores americanistas que estaban en la banca y les gritó: “con esta tienen para sentir miedo…”
Solamente una final han disputado ambos equipos: se dio en la temporada 1983-1984.
América llegaba como superlíder, y tras despachar a Monterrey y Cruz Azul, se instaló en la final. Chivas, por su parte, cuarto lugar de la clasificación, dejó en el camino a los Tecos de la UAG y a los Pumas.
En la ida, disputada en el Estadio Jalisco, hubo empate 2-2 con goles de Carlos Hermosillo y Mario Trejo, por el bando americanista, y Eduardo y Néstor de la Torre, por el Rebaño.
El Estadio Azteca recibió la final de vuelta, en la que Chivas tuvo la primera oportunidad de irse adelante con penalty cometido sobre Ricardo “Snoopy” Pérez que fue atajado por el portero americanista Héctor Miguel Zelada.
En el segundo tiempo, Eduardo Bacas y Alfredo Tena pusieron a las Águilas arriba por 2-0, Fernando Quirarte acercó al Rebaño, pero Javier Aguirre anotó el 3-1 definitivo al 90′, gol que le dió el título de Liga a los azulcrema.
El Clásico Nacional también ha traspasado fronteras y llegado a terreno internacional. En 1998 América y Chivas se vieron las caras en la Copa Libertadores de América.
Era la primera vez en que México participaba en el torneo de clubes del continente y sus primeros representantes, Águilas y Rojiblancos, se ubicaban en el grupo 2 junto a los brasileños Gremio y Vasco Da Gama.
Ambos enfrentamientos fueron para el América: un 0-1 en el Jalisco y un 2-0 en el Estadio Azteca.
El máximo goleador en la historia de los Clásicos es el mítico rojiblanco, Salvador Reyes, con 13 anotaciones.
Del lado americanista, es Luis Roberto Alves “Zague”, con 10 goles.
Aparecen también en la lista Max Prieto (9) y Víctor Rangel (8) de Chivas y Francisco Moacyr (8) y José Alves (8), de América.
Juan Jasso de Chivas, y Cristóbal Ortega, de América, son los jugadores que más Clásicos han disputado en la historia; ambos con 50 apariciones.
También destacan en la lista José Villegas (47), Demetrio Madero (35) y Javier “Zully” Ledesma (35), del Rebaño y Alfredo Tena (39) y Germán Villa (38) de las Águilas.
La mayor goleada en la historia del Clásico le pertenece a Chivas.
En la temporada 1956-1957, Guadalajara humilló al América por 7-0, lo que fue una venganza de la segunda mayor goleada, ocurrida 12 años atrás, en 1944 en la cual, las Águilas se habían impuesto 7-2.
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