La postal de Diego Maradona con la Copa del Mundo en el estadio Azteca de México parecía una proeza inigualable para los argentinos, pero Lionel Messi tendrá la posibilidad de emularla el domingo en otro mítico escenario del fútbol mundial, el Maracaná de Río de Janeiro.
Tras la conquista en 1978 como locales con Daniel Passarella levantando el trofeo en el Monumental de Buenos Aires, el logro se repitió ocho años después fuera de las fronteras argentinas.
La consagración de Maradona como mejor jugador del mundo en aquella dejó dudas sobre la posibilidad de igualarla.
Sin embargo, luego de dos eliminaciones sufridas en cuartos de final ante Alemania en 2006 y 2010, el destino le deparó a Lionel Messi su gran oportunidad en Brasil y ante el mismo rival de las decepciones mundialistas pasadas.
Además, Messi tras disputar el partido ante Holanda sumó 92 encuentros internacionales y se transformó en el sexto futbolista argentino con más partidos con la selección, superando por uno a Maradona.
Ahora en los registros tiene por delante a Javier Zanetti, con 145 partidos, Roberto Ayala (115), Diego Simeone (106), Javier Mascherano (103) y Oscar Ruggeri (97).
Con 573 minutos disputados en esta Copa del Mundo, el capitán tuvo una primera fase de grupos decisiva con cuatro goles convertidos ante Bosnia, Irán y Nigeria, mientras que no gravitó tanto en las etapas de octavos, cuartos y semifinal.
No obstante, su magnetismo ante los defensas rivales, su inagotable fuente de creatividad con el balón y sus arranques explosivos le brindaron al equipo una impronta sustentable.
Así como Leo llevó al conjunto argentino a superar con holgura la fase de grupos, luego la plantilla sacó la cara por Messi para alcanzar la final, que se jugará el domingo en el estadio Maracaná.
Una oportunidad única para consagrarse en la selección con un Mundial, una asignatura pendiente.
Sus sonrisas, desahogos y festejos luego de cada victoria albiceleste sumadas a la concentración antes de cada partido demuestra el significado que tiene este objetivo para la Pulga.
Para los argentinos, esta posibilidad de alzarse con el título del mundo en los pagos del eterno rival deposita a su emblema actual, Lionel Messi, como el jugador que tiene todo servido para emular a Diego Maradona y, quizás, agregarle un plus.
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