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México está lleno de grandes estadios que datan de mediados del siglo XX. Aunque se están empezando a remodelar o bien a construir nuevos inmuebles, todavía quedan algunos que son verdaderas reliquias en la primera división del futbol mexicano.
El estadio más viejo de la Liga MX (primera división) es el Estadio Azul, que acaba de cumplir 68 años de existencia (fue inaugurado en 1947). En un inicio fue llamado Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes y en otro tiempo se llamó Azulgrana cuando fue casa del Atlante. También ha sido hogar de equipos como América y Necaxa.
Fundado en 1950, el Estadio Tecnológico de Monterrey es el segundo estadio más viejo de la primera división. A este inmueble le quedan pocos meses de vida, porque el moderno Estadio Monterrey reemplazará a este sitio, que será demolido.
Después se encuentra el Estadio Olímpico Universitario, casa de Pumas, el cual fue inaugurado en 1952, aunque la primera piedra se puso en 1950. Al igual que el estadio de Rayados, este inmueble fue inaugurado por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés.
En cuarto lugar aparece el Nemesio Diez de Toluca, inaugurado en 1954 y que mantiene el “estilo inglés” con pasillos estrechos y gradas muy cerca del terreno de juego. Este inmueble será remodelado a finales de año porque vaya que le hace falta. Mientras se realizan las obras, los Diablos jugarían como locales en el estadio “Chivo” Córdova.
Finalmente, el quinto estadio más viejo de la primera división es el Jalisco, inaugurado en 1960, seis años antes que el Estadio Azteca, por lo que no puede ser una “imitación” del mismo como critican algunos. San Lorenzo de Almagro y Atlas de Guadalajara jugaron el primer partido el 31 de enero de ese año, es decir, el Jalisco no ha visto campeón a los Zorros.
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