¡Para qué Beas? Desde Brasil
Enrique Beas
@enriquevonbeas
Fortaleza y pasión
En Fortaleza, en el Castelao, pasaron cosas increíbles en mi vida. Me contagié de lo mejor que le puede pasar a un humano: de pasión. Amigos de Publimetro, no quiero exagerar en ni una sola palabra, pero lo vivido en ese estadio es lo más lindo que ha pasado en mi carrera y trataré de explicar por qué:
1. El himno nacional mexicano se escuchó fuera del país más fuerte que nunca.
2. Escuchar el himno brasileño en vivo en un juego de fut es simple y sencillamente escalofriante.
3. Pocas veces he visto un partido de Mundial donde los 90 minutos sean tan bien disputados por todos los participantes como si fuera una final y con sabor a clásico.
4. La afición mexicana ganó la batalla en las gradas, parecíamos locales en Brasil y contra Brasil. ¡Woooooa!
5. Reconozco que me equivoqué con Paco Memo y de tantas que sacó me hizo vibrar de orgullo. Y…
6. México demuestra que está muy cerca de dar ese paso entre una Selección alegre y competidora a contendiente. Ahora a cerrar la obra de la fase de grupos contra Croacia con la misma mística y garra, idea y talento. Fortaleza y pasión. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A uno de esos juegos que te cambian la vida.
La mina de oro
Yo no sé ustedes, pero quiero externar mi enojo con las personas/instituciones que se aprovechan siempre de las personas nobles y apasionadas. Me explico: cuando el sistema de las emociones por un gol y esa gigantesca industria permite que la oferta y demanda devoren los bolsillos de tanto peregrino global y fomenten lo prohibido, es decir, ¡esa maldita reventa!, sus secuaces generan una descomposición a algo tan bello, habría que apuntarlos como lo que son, unos estafadores solapados por la FIFA y TODAS sus federaciones. ¿Cómo es posible que un boleto para un México vs. Brasil que cuesta 90 dólares (mil 200 pesos), termine costando hasta mil dólares (13 mil pesos)? Obvio hay más caros. ¿Cómo es posible que se permita eso a sabiendas que la mayoría de los boletos de cada país llegan a la federación correspondiente. Ese famoso sorteo para conseguir las entradas es parte del truco. Estoy seguro que parte de toda esa reventa va a las arcas de cada federación y de la misma FIFA; o ¿a poco creen que se quedan con los brazos cruzados a sabiendas de que su negocio con este mecanismo genera mil por ciento más del valor real de un acceso? No lo sé, pero ojalá alguien haga algo con esto, que ver cada cuatro años pagando miles de dólares por boletos mucho más baratos a miles de mis paisanos me tensa. #estoymaaaal
