Oribe Peralta fue ante el Juzgado 69 Penal, en el reclusorio femenil de Santa Marta Acatitla, para ratificar la denuncia que presentó el año pasado en contra de las hermanas Natividad Arlem y Mercedes Torres Ricarte, quienes pretendían extorsionarlo bajo la amenaza de dañar a su familia y presentar una serie de fotografías, que ponían en riesgo su integridad moral.
Alrededor de las 10 de la mañana arribó el futbolista al edificio de Juzgados en donde rindió su declaración ante el juez por cerca de cuatro horas, posteriormente se careó con las acusadas, quienes tras las rejas negaron su responsabilidad en los hechos, a lo que el jugador sostuvo la acusación y les mencionó; “no tengo la necesidad de mentir ni de inventar delitos a nadie”.
Luego de concluir con lo que llamó “un deber ciudadano”, Peralta se tomó varias fotografías con los trabajadores del juzgado y repartió autógrafos entre los presentes, a su salida del edificio anexo al Penal femenil, declaró que jamás existieron las fotografías “comprometedoras”, por lo que se encuentra tranquilo y su situación familiar es estable.
“Mi esposa está de mi lado, por que sabe lo que soy como persona” afirmó la parte acusadora a los medios de comunicación, asegurando que si realizó el pago de 250 mil pesos a las extorsionadoras, ante el temor de que su familia resultara lastimada.
En agosto del año pasado, las hermanas Torres Ricarte comenzaron con las amenazas al futbolista; asegurando que tenían fotos de el en situaciones sexuales, por lo que le pedían una fuerte cantidad de dinero para no exhibirlas ni dañar a su familia, pues sabían en dónde vivía. Las fotografías del presunto encuentro intimo resultaron ser falsas.
El pasado 19 de agosto del 2014, una amiga del ariete de América acudió a un lugar público para pagar la cantidad negociada con Natividad Torres a cambio de dejar en paz al también seleccionado mexicano, tras el pago de los 250 mil pesos las hermanas fueron detenidas en un operativo policiaco y así fue como ellas terminaron tras las rejas.
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