Los aficionados de la porra del León llegaron en dos autobuses al Estadio Azul, donde fueron rodeados por la policía de la Ciudad de México. Los elementos de seguridad se colocaron a un lado de la entrada de cada autobús y revisaron a cada uno de los seguidores de la porra que bajaba del transporte. Unos seguidores del León se brincaron del autobús por las ventanas e iniciaron un conato de bronca con fanáticos de Cruz Azul pero la policía evitó que se enfrentaran a golpes. Los seguidores del cuadro Esmeralda fueron escoltados de su autobús a la entrada del Estadio Azul para evitar enfrentamientos.
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