Las jugadas sorpresivas llaman la atención en el Super Bowl como lo haría alguien vestido de payaso en un cóctel.
En esta competencia de gran trascendencia donde los entrenadores no suelen apostar por jugadas de alto riesgo, sorprender al contrario con una carga del safety no tiene problema, pero una jugada más arriesgada puede tener implicaciones graves si hay un título en disputa.
No obstante, lograr un touchdown sigue siendo importante. ¿Pero utilizar un truco en un partido de esta magnitud y perderlo por poco margen si no resulta? Hay que tener agallas para intentarlo.
Quizá la próxima semana se vean uno o dos jugadas así en Arizona cuando Nueva Inglaterra enfrente a Seattle. Los Patriots lanzaron un pase de touchdown al tackle Nate Solder en el partido por el campeonato de la Conferencia Americana y los Seahawks anotaron en una jugada en la que fingieron intentar un gol de campo de Jon Ryan pero lanzaron un pase que abrió la puerta a su remontada en el partido por el título de la Nacional.
Aquí tenemos una lista de las mejores jugadas sorpresa en la historia del Súper Bowl:
EMBOSCADA EN MIAMI
Se espera que hacia el final del encuentro cuando el equipo en desventaja tiene poco tiempo haya patadas cortas pero Nueva Orleans sorprendió a Indianápolis y a todo el mundo al recuperar la pelota en la patada con la que se iniciaba el segundo tiempo en 2010.
La patada que apenas rozó el novato Thomas Morstead se llamó “emboscada” y ocurrió cuando los Colts tenían ventaja de 10-6. Los Saints anotaron su primer touchdown seis jugadas después de recobrar la pelota y avanzar 58 yardas, al final se impusieron 31-17.
CHISPA PARA LA SEGUNDA PARTE
Veintitrés años antes Parcells era el entrenador que vio la oportunidad de sorprender al oponente cuando su equipo estaba en desventaja al medio tiempo. Los Giants de Nueva York se alinearon para patear en cuarto down y una por avanzar cerca del medio campo pero el quarterback sustituto Jeff Rutledge se colocó detrás del center antes y recibió la pelota para correr dos yardas y continuar con el ataque. Cinco jugadas después Phil Simms consiguió una anotación para tomar una ventaja de 16-10 sobre Denver en el estadio Rose Bowl.
Parcells volvió al ataque en el tercer periodo. Cuando los Broncos se concentraron en detener las carreras Joe Morris recibió el balón y antes de llegar a la línea lo devolvió a Simms, quien lanzó un pase a Phil McConkey para un avance de 44 yardas. Al marcar un touchdown en la jugada siguiente los Giants se adelantaron por 16 puntos y ganaron con facilidad.
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JUGADA PEGAJOSA
El Super Bowl con el que concluyó la campaña de 1977 se celebró en Nueva Orleáns y Dallas tenía ventaja de 10 puntos a mediados del cuarto periodo. Luego de que Denver perdiera la pelota tras un sack en su propia yarda 29 el entrenador de los Cowboys Tom Landry mandó la jugada para rematarlos. El running back Robert Newhouse recibió la pelota y corrió por el lado izquierdo pero antes de ser tacleado lanzó un pase a Golden Richards para el touchdown que sellaba el triunfo.
Newhouse contó después que estaba nervioso al escuchar la señal porque tenía en la manos mucha goma adherente, ya prohibida, llamada Stickum, que jugadores en contacto con la pelota se ponían en las manos para tener mejor agarre sobre el balón.
“Preston Pearson me prestó su toalla y me quité la goma”, dijo Newhouse en una entrevista con el periódico The Dallas Morning News.
DÉJALOS PASAR
Las jugadas sorpresa no siempre se utilizan al ataque. Green Bay, campeón de la campaña 1996, buscaba repetir título el año siguiente en San Diego. Con el marcador empatado al llegar la advertencia de dos minutos para el fin del partido el entrenador de los Packers Mike Holmgren prefirió buscar una anotación rápida en lugar de tratar de detener a Denver, que tenía segunda oportunidad en la yarda 1, así que dejaron pasar a Terrell Davis sin hacer esfuerzos por taclearlo.
La estrategia estuvo a punto de funcionar. Los Packers contaban con 105 segundos y llegaron hasta la 31 de Broncos pero la defensa los contuvo para alzarse con un triunfo de 31-24.
SORPRESA DE ACEREROS
Con una ventaja de cuatro puntos sobre Seattle a principios del cuarto periodo en Detroit al final de la campaña 2005, Pittsburgh recibió la pelota en su yarda 5 gracias a una intercepción. Luego de un castigo y tres jugadas más tarde, el entrenador Bill Cowher mandó una jugada arriesgada.
El running back Willie Parker le entregó la pelota al receiver Antwaan Randle El para que corriera en sentido contrario al que inicial en la yarda 43 de los Seahawks. Luego Randle El, quien fue quarterback en la universidad de Indiana, detuvo su carrera y lanzó un pase a Hines Ward para dejar el marcador definitivo en 21-10. Es la única ocasión en que un wide receiver lanzó un pase para touchdown en la historia del Super Bowl
“Cuando mandaron la jugada mis ojos se encendieron y tuve que hacer esfuerzo para no fallar”, dijo Randle El said.
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