Son porteros consolidados, pero tuvieron un desafortunado debut con su nuevo equipo. El chileno Claudio Bravo, el mexicano Guillermo Ochoa y el español Diego López llegaron a su nuevo club como refuerzos estelares, pero los tres fallaron en su partido de presentación.
Diego López
El último fuel el gallego López, quien luego de ser titular en el Real Madrid la campaña pasada, se separó del conjunto blanco para llegar al Milán.
El primer juego del ex portero merengue en su nueva casa no fue como lo esperaba. Diego se mostró nervioso en la derrota 2-1 que el equipo lombardo sufrió con el Valencia y recibió un gol de casi 50 metros. Paco Alcácer tomó el balón, vio adelantado al arquero y disparó, para que el López ni siquiera hiciera el intento de lanzarse.
Claudio Bravo
El portero chileno no tuvo su mejor debut como guardián del arco del Barcelona. Un tiro de Dzemaili que no lleva mucho peligro complicó de más a Bravo, quien vio como el balón se le resbaló y terminó en el fondo de su portería para que los culés perdieran 1-0 ante el Nápoles.
Guillermo Ochoa
El portero mexicano tuvo un desafortunado debut en un partido amistoso que sostuvo su nuevo club, Málaga, ante la Fiorentina. Memo Ochoa salió muy mal en un centro y fue superado por Gonzalo Rodríguez. Al final del partido el conjunto español cayó 2-0.