Las redes sociales son estructuras en las cuales las personas se conectan por uno o varios tipos de relaciones, y la necesidad de amor de los seres humanos ha llegado hasta ellas para cumplir el sueño de hallar a su “alma gemela”, pero si no se toman precauciones, lo único que se puede encontrar es una estafa.
En los buscadores de Internet se pueden encontrar miles de sitios para buscar pareja, y de acuerdo a Psicum Express, una de las Webs para esos fines, 62 por ciento de los usuarios son hombres y 37 por ciento son mujeres.
En el rango de edad de entre 36 y 45 años, la proporción entre usuarios de ambos sexos es casi igual; en edades entre 46 y 55 años, 74 por ciento de los usuarios son hombres y 23 por ciento mujeres; pero al hablar de personas de 56 años o más 65 por ciento de quienes buscan a alguien para compartir son del sexo femenino.
En entrevista la psicóloga clínica, Amparo Aliseda Llera, comentó que la condición del amor es que éste tiene que madurar poco a poco, necesita de tiempo, espacio y sobre todo cuidado.
“Sin embargo, en nuestra sociedad actual es de lo que más carecemos, queremos amores cocinados en olla exprés donde buscamos que se nos ame ahora, que seamos felices ahora, pero no queremos asumir la responsabilidad de los sentimientos que generamos en los demás, y el amor cibernético no dista mucho del presencial”, dijo.
La especialista agregó que este tipo de contacto es una buena herramienta para quienes son tímidos y no se atreven a abordar a quién les gusta, por tanto, en la comodidad del hogar se podrán enamorar y conocer a su futura pareja sin aparente riesgo alguno.
No obstante, apostarle todo a las empresas en línea tiene sus riesgos, pues en ellas se ocultan grupos de “estafadores” que sólo buscan aprovecharse de las necesidades de amor de hombres y mujeres.
En la página Match, hay historias de éxito que terminaron en matrimonios duraderos, pero también gente que al parecer trabaja como una agrupación bien articulada que trabaja en todo los frentes.
Al inscribirse a esa red, los usuarios piensan que por la cuota que se cobra es menos probable encontrar a personas que sólo busquen divertirse o sacar provecho de la situación. Sin embargo, no es así.
Por ejemplo, en el caso de mujeres que buscan una pareja, distintos candidatos bajo seudónimos que cambian periódicamente, tales como “Edwinmark, Steven Jones, Tony Lucas y otros” se dedican a pedir fotografías de ellas, les envían mensajes prediseñados y finalmente piden “ayuda”. Marilú, una de las suscriptoras a esa página, relató que después de que le pidió fotografías uno de ellos, “desapareció como llegó”; otro le dijo viajaría desde Australia a México para conocerla, pero le solicitó 20 mil dólares para echar a andar un proyecto de ingeniería en Malasia.
Con un poco más de paciencia, otro que se hace llamar Steve Jones, el cual supuestamente vive en Londres, le dijo que tenía una tienda de antigüedades y que viajaría, también a Malasia, para comprar mercancía, y que de ahí vendría a México para conocerla y casarse con ella, pero en el camino fue
asaltado y le pidió más de dos mil dólares para poder moverse.
Este fue el mensaje que le envió: “Gracias por su interés y tiempo de escucha por favor tome el dinero en efectivo para el agente de Western Union más cercana a usted, a sus agentes se encuentran en los bancos y office”.
“Sólo les diga que desea enviar dinero a Malasia a través de Western Union y le dan a usted un formulario para rellenar, por favor llene los siguientes datos bien. Nombre del receptor OGBEIDE EHIZOGIE, país Malasia. Estado KUALAR LUMPUR. Dirección 591000 Kuala Lumpur, Malasia. Número de pasaporte 202268379”.
Al negarse a depositar el dinero, Marilú se quedó sin pretendiente. Por ello en las propias páginas Web para buscar pareja, se recomienda no llevar la amistad fuera de la red social, para evitar contactos en cuentas personales para reducir el riesgo de engaños.
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