En una noche de copas, una noche loca, Shaft, John Woo, Jeff Dunham y Kratos engendraron a un bebé. Ese bebé resultó ser el juego Marlow Briggs and the Mask of Death para Xbox Live Arcade. Y a pesar de que en teoría suena increíble, créanme, no lo es.
Marlow Briggs es un juego de acción en 3ª persona, que llamando a las cosas por lo que son, es un clon de God of War. Y la verdad es que clonar un juego no está mal si lo usas como base para crear una experiencia mejorada. Los desarrolladores del juego intentaron darle un toque único al llamarlo “una parodia de las películas hollywoodenses de acción”. Es precisamente ahí donde todo falla: Una parodia se supone que debe ser una burla del material original que exagere sus propiedades y por consiguiente haga cómplice al público y lo entretenga. Pero Marlow Briggs no es entretenido, ni gracioso, ni espectacular. Es tan divertido como hacer fila en un centro de atención a clientes, bajo la lluvia, con hambre y una uña enterrada.
Empecemos por cómo se juega. Como lo mencioné previamente, es un clon hecho y derecho de God of War. Tanto que el esquema de botones es prácticamente idéntico, al igual que los combos y el uso del stick derecho para evadir. Vaya, hasta “las máscara espirituales” (El equivalente en este juego a los cofres de la ya referenciada aventura griega) se abren IGUAL. El combate, a pesar de su innegable fluidez, se vuelve aburrido después de que luchas contra “secuaz malvado genérico #825” por enésima vez. Es una pena porque debo admitir que la respuesta del control es muy precisa y te da mucha versatilidad en tus ataques. Pero si tus enemigos no ofrecen mayor reto que el de ser muchos, arruina la experiencia. Sí, hay explosiones, sangre, cámara lenta (De veras productores: Matrix fue hace 14 años. ¡Ya déjenla ir!), más explosiones, peleas aéreas en helicópteros en movimiento… Pero si estoy bostezando durante todo eso, algo está saliendo mal.
Y el humor… Dulce madre de Cristo, no me hagan empezar a hablar del “humor” del juego. A menos de que el humor “pipí-caca-pedo-moco” sea tu ingesta regular, este juego no te hará esbozar ni una leve sonrisa. Los diálogos de verdad hacían que me retorciera de penita ajena. Miren, no soy el alfa y el omega de la comedia pero, me gusta que lo que veo esté por lo menos arribita del nivel Ortiz de Pinedo. Las partes “serias” obviamente roban mucho del cine de blaxploitation de los 70’s. El juego es tan afroamericano (o más bien, una mala caricatura racial) que sólo le falta hacer your momma jokes y decirte the N word.
Al final, creo que el gran problema con el juego es ése: Se vende como algo gracioso, de parodia, autorreferencial. También se presenta como un juego de acción sin parar, lleno de explosiones, sangre suficiente para hacer sonrojar a Tarantino y situaciones “extremas” (Léase en voz alta, gritando casi, imitando a Hulk Hogan). Y falla miserablemente en cada rubro
Calificación: 6.0