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Últimamente los precursores en el negocio de la hospitalidad han cambiado la idea de hoteles “monótonos” y grandes resorts con alojamientos inusuales.
En el Hôtel Droog (la primera incursión de la marca Droog en hoteles), en Amsterdam, el diseño y la cultura pop son el tema. El sitio del emporio de tiendas de moda parece más justamente eso: una tienda departamental que un hotel.
Su principal atractivo es que consta de una sola suite, situada en la planta alta de un edificio del siglo 17 convertido en un destino modernista.
Además, en su espacio de 700 metros cuadrados incluye una tienda con los diseños de Drogg, KABINET, consmeticos Cosmania y un área de exhibición de Weltevree.
Los clientes sin el privilegio de tener una suite pueden descansar en su fantástico jardín creado por Claude Pasquer y Detroyat Corrine.
Tal vez en el futuro vengan más suites para este concepto.
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