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En Quintana Roo, las 12 zonas arqueológicas abiertas al público registraron un millón 777 mil 320 visitantes durante 2011. Sólo Tulum, Cobá, San Gervasio (en Cozumel), Chacchoben y Kohunlich, las de mayor afluencia turística, concentraron un millón, 729 mil 691 personas, gracias al fortalecimiento de su infraestructura.
El alto índice de visitantes fue también resultado de los trabajos en materia de investigación, restauración, conservación y mantenimiento por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), y la difusión de esta enorme riqueza cultural.
Tulum fue el sitio más visitado en la entidad, con un millón, 85 mil 288 turistas, al que le siguieron Cobá (400 mil 641 visitantes), San Gervasio, en Cozumel (137 mil 80), Chacchoben (56 mil 167) y Kohunlich (50 mil 515); el resto de las zonas arqueológicas, entre las que se encuentran Dzibanché-Kinichná, El Meco, Oxtankah, El Rey, Muyil, Xcaret y Xelhá, fueron visitadas por un total de 47 mil 629 personas.
El turismo extranjero también manifestó su predilección por el sitio prehispánico de Tulum, al que arribaron 670 mil 064 personas, por arriba de Chichén Itzá, en Yucatán, que recibió 654 mil 415 visitantes, y de Teotihuacan, que ocupó el tercer lugar con 510 mil 367 turistas de otros países. Es de destacar que en el pasado mes de diciembre, Tulum recibió 100 mil 590 visitantes, un número histórico para este periodo vacacional.
Turismo cultural, al alza
Adriana Velázquez Morlet, delegada del INAH en Quintana Roo, destacó la próxima apertura de la Zona Arqueológica de San Miguelito, perteneciente a la cultura maya, que se localiza en el boulevar Kukulcán, donde también se construye actualmente el Museo Arqueológico de Cancún, que albergará piezas prehispánicas halladas en diversos sitios de esa entidad.
Durante este año, el INAH, en coordinación con la Secretaría de Turismo, desarrollará diversas acciones para promover diez zonas arqueológicas de la región sureste donde floreció la cultura maya: Edzná y Calakmul, en Campeche; Izapa y Palenque, en Chiapas; Tulum y Cobá, en Quintana Roo; Comalcalco y Pomoná, en Tabasco, y Chichén Itzá y Uxmal, en Yucatán.
Asimismo, el Instituto impulsará el mejoramiento de unidades de servicio al público en las zonas arqueológicas de estos cinco estados de la República, y desarrollará trabajos de investigación, restauración, conservación y mantenimiento.
En Chichén Itzá, se lleva a cabo un proyecto de restauración integral de los monumentos, nunca antes realizado, que comenzó con el Gran Juego de Pelota, considerado el más grande de Mesoamérica, con 120 metros de longitud y 30 de ancho; el objetivo es atender problemas de conservación de los antiguos monumentos mayas, causados por el paso del tiempo, el exceso de humedad de la región y la visita masiva.
Se trata de un proyecto de conservación de largo aliento, cuya primera etapa incluye la atención del área conocida como la Gran Nivelación, donde además de la cancha prehispánica se hallan la Pirámide de Kukulcán o El Castillo, el Tzompantli, las plataformas de Venus, de las Águilas y de los Jaguares, así como el Templo de los Guerreros, construcciones que también serán atendidas de forma subsecuente.
Por otra parte, en Calakmul, Campeche, se proyecta la construcción de un parador turístico, estacionamiento para visitantes y mejora de infraestructura, en tanto que en el sitio de Edzná, se realizarán trabajos de conservación y remodelación de áreas de servicios.
El INAH también instalará plantas de tratamiento de aguas residuales en seis zonas arqueológicas (Palenque, Chichén Itzá, Tulum, Dzibichaltún, Uxmal y Cobá) para evitar afectaciones al ambiente.
En Tabasco, se amplió y actualizó la museografía del Museo de Sitio de Comalcalco, que se reabrirá en próximas fechas, mientras que en Chiapas, se lleva a cabo la remodelación integral del ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, en San Cristóbal de las Casas, que será sede del Centro de Indumentaria Textil del área maya, y se realizan trabajos de restauración y consolidación en la Zona Arqueológica de Toniná.
Con información de INAH