Steve Jobs no era un apasionado de los coches. En su garaje solo estacionaba un Mercedes SL 55 AMG que, cuando llegaba a la sede de Apple, estacionaba en una plaza reservada para minusválidos. No obstante, y según se comenta, también tuvo un Porsche 928 que ayudó a Steve Jobs en su carrera.
La historia, que no se sabe si es real, del Porsche 928 afirma que el coche que tenía hace unos 30 años inspiró el diseño de sus computadoras personales, iMac, en aquel entonces. Jobs decía que tenía que ser algo con una forma clásica y reconocible.
Steve Jobs aplicaba el lema que marcó el inicio de Apple, ‘Think different’ (Piensa Diferente), en todo lo que hacía. Incluído su coche. Y es que el Mercedes SL 55 AMG de Steve Jobs no tenía matrícula. En su lugar, había colocado ¡un código de barras! La leyenda cuenta que, en el hueco destinado a la placa de matrícula, lucía la archiconocida manzana de Apple pero que, harto de que se la robaran, decició sustituirla por las barras.
En 2007 se rumoreó que el cofundador de Apple había llegado a reunirse con VW para crear el iCar, un pequeño microurbano basado en los prototipos alemanes, pero con todo tipo de accesorios de Apple y el logo de la manzana presente en todo el coche. El diseño del coche de Apple era muy futurista y venía acompañado de un eslogan: “Tan fácil de utilizar como un iPod. Será el VW del mañana”.
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Con información de Autobild.es